31 de mayo de 2006

Negro


Este no será un comentario relacionado con el racismo...

Esto no tiene nada que ver con el arte abstracto...

Estas no son ganas de perder el tiempo...

No, Jogreg no se volvió loco publicando un cuadro negro en su blog...

Tampoco es el panorama del país (por favor, recuerden, cero golpes bajos)...

Este cuadro negro es la representación gráfica más adecuada de la experiencia que viví anoche, cuando por cuestiones de trabajo, tuve que hacer un viaje relámpago a Maracay. Salí de Caracas a las 4:00 pm, para sostener una reunión a las 6:00 pm. La Autopista Regional del Centro no se encuentra en las mejores condiciones, pero siempre sigue siendo, por lo menos mientras es de día, una vía relativamente cómoda...
Pero eso es solo de día, porque de noche... de noche es otra cosa.
Salí de regreso a Caracas a eso de las 9:00 pm. Puedo decir que luego de hora y media, agradecí mil veces el haber llegado vivo, sano y salvo, sin incidentes, a mi casa.
La ARC es una verdadera guillotina.
- No hay iluminación acorde con lo que debe ser una autopista.
- Los baches están a la orden del día.
- Las reparaciones que realizan nuestros amigos del Minfra o de los organismos regionales a cargo no cuentan con las señalizaciones mínimas para que se reduzca la velocidad y se tomen las precauciones del caso.
- El pavimento es resbaladizo.
El caso es que sentí que mi vida corría verdadero peligro mientras manejaba... imagínense si hubiera llovido...
No le recomiendo a nadie que haga este trayecto de noche, mucho menos manejando solo. Es imposible extrañarse de que a cada rato nos enteremos de accidentes en esa vía, donde decenas de venezolanos han perdido la vida.
Y eso que no me estoy metiendo con el crater que se abrió en plena autopista hace unos meses, por falta de mantenimiento de las alcantarillas (¿o es que ya se nos olvidó?).
Quizás es que somos unos tipos que nos acostumbramos rápidamente a los cambios.
Besos y abrazos a quien corresponda.

30 de mayo de 2006

Aquí está el muchacho...

Aquí está el demo que hicimos de La Máquina de Chuíto, un abrebocas de lo que es hoy en día nuestro hijo mayor (el menor es el Tungo)...

Chuito´s Machine

Hoy sale Chuíto para Perú y para Italia. En Perú, espera participar en el II Festival de Animación Animagyc 2006. Por la otra, en Italia lo van a evaluar por primera vez con miras a su comercialización en el exterior.
Hace año y medio comenzó esta locura llamada "La Máquina de Chuíto". Hoy sale de nuestras manos para que otra gente comience a verlo. No sé cuál será el criterio que utilizarán para evaluarlo. La verdad es que todo el tema me asusta, aunque uno trata de llenarse de la confianza necesaria, pensando que todo saldrá bien, que el trabajo va a gustar. Sin que me quede nada por dentro, mi mayor aspiración con la comiquita es una sola: que aprecien el esfuerzo de enseñarle a los niños lo poco o mucho que puedan aprender con la comiquita. No espero más nada.
Estamos mandando tres hitorias:
"Cabilla", en la que Nicolás está sufriendo de anemia y sus amigos buscan la forma de resolver el problema.
"La Palangana", donde los chicos buscarán el tesoro al final del arcoris para resolver el problema de suministro de agua en el pueblo.
Y finalmente "A mover el esqueleto", donde Chuíto aprenderá a bailar para el concurso que habrá frente al colegio.

Las cartas están echadas, ya hicimos lo que teníamos que hacer. Chuíto se estrenará en Julio en VIVE TV, por lo que ahora solo nos queda esperar y ver qué pasa.
Besos y abrazos a quien corresponda...

25 de mayo de 2006

Lluvia

Camina a prisa, tratando de evitar los grandes pozos de agua que se forman sobre las aceras. El agua se le cuela a chorros, siente que no hay un solo centímetro cuadrado de su cuerpo que no esté mojado. No tiene como cubrirse, pero tampoco intenta colocarse cerca de las paredes de los edificios, aprovechando cada resquicio que ofrece la arquitectura para protegerse. Muy en el fondo sabe que es inútil tanto esfuerzo, y tampoco le importa.
Aunque la calle está iluminada, la lluvia es tan fuerte que logra verse poco o nada a los alrededores. La zona normalmente bulle por la cantidad de establecimientos y cafeterías que sirven de refugio a quienes intentan escapar de la rutina del trabajo y de las obligaciones diarias del hogar. Sin embargo, hoy todos estan a resguardo, los comercios estan casi vacíos, incluso apagados, parece un pueblo fantasma, con uno que otro auto que pasa a baja velocidad.
Camina a prisa. Huye. No está muy seguro del lugar al que sus pasos lo dirigen, ¿pero quién ha estado seguro de eso alguna vez? Una sola cosa tiene muy clara: No regresará al lugar de donde viene. El pasado es un lugar tan oscuro como esa calle que ahora se limpia con la lluvia, y que también a él lo rebautiza. Es una lluvia que sana heridas, que purifica almas. Es un pasado que ya parece remoto, pero que tampoco está dispuesto a olvidar.
Será un hombre nuevo, aunque las cicatrices estarán allí para recordarle que la vida le brindó una nueva oportunidad.

24 de mayo de 2006

Machete


Los venezolanos más chaborros decimos, cuando algo es muy bueno, que "eso está machete". Incluso algunos hemos llegado a decir "machetérico", acercándonos bastante a la lengua aborigen de los maracuchos. Sin embargo, como leerán ahora, este no es el caso.
Anoche tuve la oportunidad de ver la película "El Código Da Vinci". Fui al Centro Comercial Sambil, a una función de las 9:50 pm, y la sala estaba abarrotada de gente. No cabía un alma.
Comenzó la película y se sentía la expectativa en el aire. Todos esperábamos tener la experiencia cinematográfica de la década, considerando toda la bulla que había alrededor de la película. Además, habiendo leído el libro y despues de disfrutarlo desde la primera hasta la última letra, pues nada...
Aparece el muerto en toda su extensión, tirado en el Louvre. Se nota que no los dejaron iluminar excesivamente en las galerías del museo porque todo está muy oscuro, protegiendo a las pinturas. Entonces, no se ve la Mona Lisa, ni la Virgen de las Rocas, ni nada de nada. Solo logras medio suponer que son esas, porque se adivinan en la penumbra.
Después, sin aviso ni protesto, comienzan los machetazos al libro, y uno se dice: "recuerda que es una película, que el libro hay que adaptarlo para que la película no dure 324 horas". Y comienza uno a rezar que los machetazos no sean tan macabros.
Luego de un rato, ya habiendo sufrido unos cuantos cortes inclementes, te das cuenta que, hasta el momento, la película no te ha transmitido un carrizo: nadie se ha reído, nadie se ha asustado, nadie está en suspenso. Solo una que otra expresión de dolor y asco cuando Silas se aprieta el silicio en la pierna y se cae a latigazos en la ya mallugada espalda ("para sufrir como sufrió Cristo en la cruz"). Y uno comienza a preguntarse si realmente la película es tan emocionante como el libro.
De pronto, por fin, un brinquito: el director nos asusta porque Silas aparece de forma sorprendente (pero esperada) en escena, para intentar matar a nuestros protagonistas y llevarse el aparatito donde está el secreto de la cosa.
A partir de allí, nada demasiado relevante hasta que te das cuenta que ¡chuácata! otro machetazo hace desaparecer el segundo aparatito de la novela, que ahora será solo uno. Claro, ya tengo una hora y pico sentado y todavía no se sabe donde carrizo es que está la tumba de la Magdalena (que puede ser cualquier cosa, pero nunca una prostituta).
A partir de este punto, recomiendo no leer las siguientes lineas si no quieren enterarse del final... Diríjase hasta la siguiente linea punteada para continuar con el relato...
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Se llevan preso al malo, matan al otro malo, el otro malo termina en el hospital y la prota es la descendiente directa de Jesucristo con María Magdalena, y la tumba de la Magdalena está donde comenzó el cuento. (Les dije a los que no querían saber el final que no leyeran esta parte, ahora vayan a ver qué hacen).
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Resultado: para quienes leímos el libro, una película un poco aburrida, que no le hace justicia para nada a la novela, que es mucho más sabroso leer que pasar dos horas viendo la cosa esta. Para quienes no han leído el libro, pues no sé hasta que punto se van a entretener.
Graves defectos: Creo que la adaptación del libro es un desastre. Creo que no nos dan a los espectadores la oportunidad de entender los enigmas, de intentar resolverlos. Es como en aquellas viejas películas de asesinos en donde uno se devana el coco intentando saber quien es el culpable antes de que se acabe la cinta... aquí pasa todo lo contrario, no hay forma de involucrarse con los enigmas, con las claves, la película no interactua con el espectador, cuando el libro logra hacerlo de una forma absorbente y adictiva. Creo que las actuaciones son bastante pobres, la peor quizás la de Tom Hanks, seguido de cerca por su coprotagonista Audrey Tautou, que después de Amelié pues no logró convencerme sino hasta escasos minutos del final de la película, cuando se nota que hay cierta compromiso con el personaje. Los malucos Silas y Aringarosa (Bettany y Molina) están muy planos, sin matices. El único que más o menos se respeta es Ian McKellan, que en su rol de Leigh Teabing nos hace olvidar que hace de Magneto en X-Men.
Y sobre la polémica, pues nada, creo que a muy pocos podría convencer que hay realidad histórica en todo esto. El libro explica más y mejor, por lo que creo que en ese sentido la novela es más peligrosa que la película.
Como verán, la cosa no me gustó demasiado, salí poco conmovido. Con razón en Cannes le hicieron trompetillas y casi la sacan por la puerta de atrás.
Besos y abrazos para quien corresponda.

20 de mayo de 2006

El teléfono

Carlos miraba fijamente por la ventana. Se diría que está esperando a alguien, pero lo cierto es que hoy ya no espera a nadie. Su mirada absorta se dirige a la calle, aunque no acierta a ver los autos que pasan, las personas que caminan, el mendigo que levanta su mano, el panadero que cierra la tienda. Hoy no llegará nadie a buscarlo. Hoy no habrá sueños de primavera ni canciones de amor.
Carlos lanza su teléfono móvil por la ventana. Se lo merece por ser portador de malas noticias. No me gustan las malas noticias. No esta noche. Así no.
Sale del edificio sin mirar a los lados. El teléfono está destruido en la mitad de la calle, luego de ser atropellado por un auto. Bendita la suerte del teléfono, que muere sin dolor. Ojalá la suerte de Javier hubiese sido distinta. Ojalá mi suerte fuera otra.
Un auto pasa demasiado cerca. Las luces se apagan.

17 de mayo de 2006

Esas pequeñas cosas que no me gustan de ti...

Hoy amanecí escuchando la entrevista de Miguel Ángel Rodríguez al parlamentario Pedro Carreño. El tema en cuestión: la acusación contra Jesús Caldera Infante, presidente de Fogade. Falsos testimonios, peculado genérico, peculado culposo, aprovechamiento de dineros públicos, negligencia y tráfico de influencias son los cargos que le imputan al ex-funcionario público, por lo que incluso la Asamblea Nacional declaró que Caldera Infante tiene responsabilidad política en el caso. En el tema parece haber daño al patrimonio público por unos cuantos millardos de bolívares.
Mi colega le preguntó al parlamentario sobre la acusación de aprovechamiento de fondos públicos, esperando encontrarse con una bomba: algunos millardos de esos que ya no están se los debe haber agarrado el infame. Carreño sacó un pequeño fajo de papeles y explicó que Caldera Infante se habría ido en los carnavales del año 2004 con su esposa, su hija y un amigo para Margarita y el vuelo de la avioneta en la que se movilizaron habría sido pagada por Fogade.
Balde de agua fría para Miguel Angel: no son millardos... solo un viaje privado en avioneta.
Mi cabeza loca inmediatamente hizo relación con una noticia también de hace pocos días. El presidente Hugo Chávez anda de gira por Europa, Africa y no sé cuál otro es su destino. Una de sus paradas fue Londres, donde los periodistas no se pusieron límite para escribir sobre él. Sin embargo, la visita no incluía encuentros ni con el primer ministro Tony Blair, ni con la Reina Isabel II. Ante tal situación, la explicación dada por el gobierno venezolano es que el viaje a Londres es una visita privada.
¿Cuántos cheques de la cuenta corriente privada del presidente habrá tenido que firmar para pagar un viaje a Londres con toda la comitiva que lo acompañaba? ¿Le sería difícil conseguir los dólares -o en este caso, los euros- a través de CADIVI, o los compró en el mercado negro? ¿Le alcanzarían los 4.000$ que tiene al año para ese viaje?
Esas, entre muchas otras, son las pequeñas cosas que no me gustan de ti.
Besos y abrazos a quien corresponda...

1 de mayo de 2006

Sincerándonos

Ando en estos días en una nota de sinceridad que no sé exactamente de dónde salió pero que no me disgusta para nada. No es que ando diciéndole a la gente lo que pienso de ella de frente en su cara ni mucho menos, no señor, más bien tiene que ver con ser honesto con la gente sobre quien soy, lo que me gusta y lo que no me gusta, lo que sé y lo que no sé, sin importarme demasiado que algunas de esas características mías no son necesariamente las que uno deba publicar.
Voy a tratar de explicarme mejor, ya que hasta ahora creo que he dicho un montón de cosas que no se entienden mucho. Y para hacerme entender, nada mejor que uno, o varios, ejemplos.
Es absolutamente natural que uno quiera decir que hay cierto tipo de música clásica que aprecia. Resulta políticamente incorrecto decir algo así como "a mi no me gusta la música clásica". Pero es cierto. Toda mi vida, desde que me conozco, me he sentido un poco ignorante y avergonzado por el hecho de que la música académica se aleja de mis gustos. No la entiendo. Incluso, me aburre. En ciertos círculos, un comentario como este me convertiría en una oveja negra, en un renegado social, en un ser despreciable. Pero por otra parte, llega un punto en el que no puedo seguir diciendo que Bach, o Mozart, o Liszt, o quien carrizo sé yo, compuso unos allegros ma non troppos maravillosos que te llevan a quién sabe dónde. Lo lamento, amigos, pero a mi no me llevan a ninguna parte. Mis experiencias con la música clásica han tenido poco de sublime y mucho de tedio. Quizás sea falta de sensibilidad, pero es así.
Igual me pasa con el tango. Hace relativamente poco tiempo fui a ver un montaje que hicieron en el Teatro Teresa Carreño sobre la vida de Carlos Gardel. El montaje estuvo bastante bien, incluso me gustó lo que vi en escena... pero nada que ver con el tango. Lamento que mis amigos del sur tengan que leer esto, estoy seguro que pueden darme clases enteras de lo que significa el tango para ellos, y no vayan a pensar que tengo ganas de herir susceptibilidades, pero de verdad, cada vez que oigo un tango, lo que percibo es a un pobre tipo llorando sus penas ahogado de borracho en la barra de un bar, mientras canta con voz quejumbrosa sus males de amores. Y no puedo con eso. Me recuerda tanto a los boleros, pero es que estos hombres arrastrándose por las esquinas mientras pierde un caballo por una cabeza... no, compadre, no va conmigo.
Y así puedo seguir enumerándoles muchas cosas. Cuando me pongo a pensar sobre esto, siempre termino recordando que me falta mucho por leer, y llego a sentirme bastante inculto, y repito, no deja de avergonzarme un poquito. Pero es que incluso me ocurre con los libros. Yo me considero una persona que ha leído algunas cosas, que he aprendido sobre ciertos y determinados temas, doy clases en la universidad, investigo, leo prensa diariamente... pero nunca he sido capaz, así, de memoria, de citar nada ni a nadie. Quizás es que no tengo buena memoria. Conozco mucha gente que te dice cosas como que "Hannah Arendt dijo en su libro tal cosa sobre tal otra, pero luego Habermas le contestó que si estaba loca, que cómo se le ocurre". O "tal pintor tuvo su período verde aguamarina en el año tal, cuando pintó tal cosa, que está expuesta en el Museum of Contemporary Arts de Strazburgo" (¡en inglés, jamás en español!). O incluso "el Porsche V500 con motor de 16 cilindros y 5500 caballos de potencia alcanza los 100 km/h en 4.52 segundos, más rápido que el Bugatti Blue Light, que lo hace en 4.56 segundos, pero depende de quien lo maneje"... me dejan estupefacto.
Y depende de quien viene el muy culto comentario, hago una de dos cosas: O me quedo con la duda y si me acuerdo, averiguo por mi cuenta; o le digo así, en su cara "muéstrame el libro de donde sacaste la cita". Porque no puedo creer que alguien pueda guardar tantos datos en su cabeza. Me resulta imposible imaginar que alguien se de a la tarea de recordar en que año se publicó tal revista, cuándo se construyó tal viaducto o cómo se preparan las crémes brulés al estilo mediterráneo antiguo.
Pero lo que me resulta más inverosímil es que haya gente que decide andar por la vida echándole en cara a uno cuánto parece saber, qué tan lejos llegan sus lecturas y cuánto es capaz de arriesgar por sostener sus argumentos.
Yo prefiero seguir siendo un humilde peatón del conocimiento. Y mientras tanto, voy disfrutando de las cosas que me gustan: Un par de canciones del mas burdo soft pop gringo, algunas canciones ochentosas de artistas venezolanos pasados de moda y una que otra lectura no muy profunda, de esas que intentan llegar al alma pero que terminan muriendo en el intento. Porque de lo que sí estoy seguro es que el hecho de no saber no te hace una peor persona. ¿Quién fue que dijo "sólo sé que no sé nada"?
Besos y abrazos a quien corresponda.