18 de diciembre de 2005

Gracias

La verdad es que si me sentara a enumerar a las personas y razones por las cuales agradecer hoy día, creo que terminaría después de que el presidente Chávez deje la presidencia... Pero tengo que aprovechar este momento para intentar hacerlo. A todos, de una vez, gracias por permitirnos vivir estos momentos de alegría que significaron para nosotros el estreno de "La Máquina de Chuíto".
- A Richard, por todo lo que hemos sido capaces de compartir, de crear. Por ser apoyo incondicional. Por complementar tan perfectamente mi vida, por permitirme vivir a plenitud.
- A mi mamá. Ojalá algún día pueda recibir una recompensa por todo lo que nos ha dado y todo lo que ha tenido que aprender a aceptar y tolerar.
- A Zuleima, Zuleima, Juan, y toda la familia que está pendiente de nosotros.
- A los amigos que siempre han estado allí y que nos han expresado tanto afecto y tanto orgullo, cosa que apreciamos e incluso nos hacen sentir abrumados. Yolimar, Maru, Naky, Amelvi, Carlos y Rafa, Sergio y Rodolfo, Efrén, Alvaro, Ronald, Pablo y Jose, Abigail, Carlos y Denis, Libia, Emerson, Salomón, Juan, Mario... Seguro se me escapa gente, pero es como en la entrega de los Oscar, siempre queda alguien por fuera... Igual los queremos.
- A los amigos de la prensa que tan buena recepción le dieron al proyecto.
- A todo el equipo de R&TV: Mary, Erasmo, CC, Daniel, Victor, Anabel, Wilmer, Nelson, Humberto, Pablo, Beatriz.
- A VIVE TV y a la Cinemateca Nacional.
Como ven, andamos realmente contentos. Es una buena manera de recibir la navidad. Ojalá sea contagioso.
De nuevo, gracias, muchas gracias.

14 de diciembre de 2005

Vargas

Hoy estaba limpiando mi computadora de algunos archivos inservibles y me encontré con esto, justo hoy 15 de diciembre... Fue un relato que escribí cerca de un año después de la tragedia. La verdad es que creo que, a veces, vale la pena recordar...
Saludos y besos a quien corresponda.

I
“Algo está pasando en San Bernardino, Luis”. Eran las seis de la mañana del 16 de diciembre. Había llegado temprano a la oficina de redacción de la radio para bajar a La Guaira, donde ya se tenía una idea de la complejidad de la situación. Pero una llamada telefónica nos alertó sobre la emergencia en el barrio Los Anaucos.
En ese momento, aparecieron las primeras imágenes de Jhonny Ficcarella en medio del río que bajaba desde el Ávila y atravesaba, inclemente, las calles de esa urbanización. Luis Mata, jefe de redacción de Unión Radio, tomó las llaves del carro y decidimos lanzarnos por la Cota Mil hasta la zona.
Fue entonces cuando comenzamos a especular sobre la gravedad de la tragedia que apenas se empezaba a vislumbrar. El día del referéndum constitucional, César Miguel Rondón había iniciado las transmisiones del operativo electoral con el informe de Defensa Civil que señalaba los estragos ocurridos en Vargas, en el cual ya se hablaba de miles de damnificados.
Al llegar a Los Anaucos, la lluvia no se apiadaba. En cambio, arremetía con más fuerza. En ese momento, se dio inicio a la cobertura de un evento de magnitudes que aun no sabemos cuantificar.

II
La experiencia profesional en estos casos no sirve de nada. Por dos razones. En primer lugar, porque es una ocasión excepcional donde no eres testigo de una historia, sino protagonista de la noticia. En segundo lugar, porque rara vez alguien vivirá dos veces una tragedia como esta. Y en mi caso, aunque se considere que no tengo razón, tampoco las tenía todas conmigo: mi vida como reportero no alcanzaba los dos meses. Ahí estaba yo, un novato, frente a un río que se metía dentro de las casas y arrasaba con todo lo que encontraba a su paso.
Si me preguntan qué pasó, no lo sé. Sólo recuerdo que tomé el teléfono celular y arranqué a caminar hacia arriba, hacia el Ávila, como si allá me fuese a encontrar con un monstruo con quien tenía ganas de pelear. Pero mientras más me acercaba, crecía la certeza de que solo podría verlo desde cierta distancia, impotente. Y no me quedaba otra opción que salir al aire para contar lo que, incrédulamente, mis ojos estaban viendo.

III
A las nueve de la mañana, estaba montado en la platabanda de una casa de la cual sólo se veía el techo. Solía ser una agencia de festejos. Detrás, se divisaba parte del barrio los Anaucos. A mi lado, una joven estaba absorta ante el espectáculo.
- Viejo, esa casa tiene agua hasta el techo -, le dije a Luis, que me acompañaba sobre la platabanda.
- Lo que no sabe usted, es que esa es mi casa y tiene tres pisos, señor. Y aun no sé si mi mamá logró salir-, me respondió la muchacha.
- Será mejor que nos bajemos de aquí- nos dijo el joven Cruz Roja que nos acompañaba.
Pocos momentos después, a dos cuadras de allí, un colegio dio inicio a las labores de ayuda a cientos de personas afectadas, guiadas por un grupo de vecinos que recolectaba alimentos, ropa y colchonetas, a quienes el agua había arrebatado parte de sus vidas.

IV
Quién sabe de dónde salen las fuerzas para continuar. Algunos dicen que es la adrenalina. Yo todavía me lo pregunto.

V
El día dio paso a la noche. Solo recuerdo que en algún momento llegué al Parque Naciones Unidas. Allí ya se habían reunido no sé cuantas personas traídas de muchos lugares, pero creo que sobre todo de los barrios Blandín, Gramoven y otros golpeados por la lluvia, que por cierto, amainaba sólo por ratos. Allí, se me ocurrió que lo mejor que podía hacer era leer a través de la radio los nombres de los primeros refugiados del lugar. Una lista que cada vez se hacía más larga. Y por supuesto, apelar a la inagotable generosidad de un pueblo que veía cómo se derrumbaban, junto con las casas, los sueños de muchas personas.
Esa noche, a la una de la mañana, llegué a mi casa sin saber qué decirle a mi familia, que me esperaba para tener detalles de lo que ocurría. Pero no tenía ni idea: sólo quería olvidarme de todo. El río en mi cabeza era inclemente. Pocos momentos después, escuché al Presidente Chávez rogando. Apagué la televisión.

VI
La primera vez que fui hacia las zonas de Macuto y Los Corales, lo hice gracias a una “cola” de un helicóptero que estaba llevando alimentos y agua al lugar. Ya había visto algunas imágenes, pero nunca es lo mismo que verlo directamente.
Mientras nos acercábamos, no quise dejarme llevar por lo que, a pesar de que era evidente, mi mente no quería procesar. Allá abajo era todo un gran montón de escombros. Yo no era un gran fanático de bajar a La Guaira a la playa, a pasar el fin de semana, como muchos caraqueños. De hecho, para hacerlo prefería llegar a Todasana o a Chichiriviche de la Costa, quizás para alejarme lo más posible de la civilización. Pero ver todo aquello y darme cuenta de lo que se había perdido, fue un impacto.
Sin embargo, ahí estaba yo, duro. Tragando grueso. Es más, quise transmitir desde el aire, pero el ruido del helicóptero y la señal defectuosa del teléfono celular no me lo permitían. Pero mi dureza se acabó cuando, luego de descargar el helicóptero, montamos a unas 8 personas a bordo para llevarlos al aeropuerto.
La experiencia de ellos tuvo que ser dramática: no sólo tenían allí 3 días –era el miércoles 18 de diciembre-, sino que la idea que podían tener de la magnitud de la tragedia era solo de oídas. La perspectiva se reducía a lo poco o mucho que pudieran haber visto u oído a sus alrededores. Y de pronto, se encontraban abandonando su hogar y parte de sus familiares, sobrevolando la zona que antes fue su refugio, convertida ahora en piedras y lodo.
Solo recuerdo la cara de una señora mayor, de más de 60 años, con la tez morena y llena de arrugas, pero con la expresión de quien ya lo ha vivido todo, enjugándose las lágrimas con un pañuelo de un color indefinido. También a una muchacha de unos 16 años, vestida con una braga, cubierta con una frazada y con un pequeño perro protegido en su regazo. Ella también lloraba. Y yo no me aguanté.

VII
Llegué al aeropuerto y me comuniqué con la radio. Me pidieron que contara lo que había visto. Al principio, no quise. Luego, recordé que para eso estaba ahí. En todo caso, antes de decir nada, ya Inés me había puesto al aire. No recuerdo qué dije. Lo único que sé es que no sabía si darle gracias a Dios por haber conseguido quien me llevara a verlo todo, o si hubiese preferido quedarme en el aeropuerto.

VIII
Siempre tuve la curiosidad de saber dónde quedó Tito. Y también qué será de la vida del Nené Sánchez.
Tito es médico. Vivía en algún lugar de todo aquello, con su muy embarazada esposa, ella también médico. Lo había perdido todo. Sin embargo, sin documentos y sin ropa para cambiarse, Tito dejó a su mujer en el Comando de la Guardia Nacional y se fue al Hospital de Pariata. “Prefiero estar aquí, ayudando, que lamentándome porque el río se llevó mi casa”, me dijo cuando lo conocí, en un camión del ejército, mientras regresaba de Macuto. Él había aprovechado un momento para ir hasta donde lo había dejado todo para ver si rescataba algo de ropa y alguna identificación. Luego lo vi en otras dos oportunidades, siempre en el hospital, echando una mano. Ahora no sé dónde está. Espero que estas líneas caigan en tus manos, que estés bien, que tu esposa también, y sobre todo, que estés disfrutando de tu nueva vida con tu nuevo hijo.
De Nené, supongo que todavía está en Punta de Mulatos. Su sobrina no sabía nada de él, y oyó por la radio que yo estaba en la Guzmania. Llamó y me pusieron en contacto con ella. Me pidió que buscara a Nené, que el vivía cerca, y que todos lo conocían por allí. Le dije que haría lo posible...
Esa tarde del 19 de diciembre, luego de haber viajado en moto como parrillero con mi amigo Pancho hasta Caraballeda, regresamos y nos detuvimos. Tenía que encontrar al Nené, y no me costó mucho porque aquel hombre era realmente popular. De inmediato me llevaron a su casa, no sé cuantas escaleras más arriba. Logré que se pusiera en contacto con su sobrina, y me tomé con él y su familia un cafecito que me cayó de lo mejor. Estaba exhausto, pero a pesar de todo, feliz. Fue el día más increíble de mi vida.

IX
Ese mismo día, mojé en el mar uno de los teléfonos, intentando llegar al buque transporte que llevaba a algunos sobrevivientes a zonas más seguras. Allí quedó el aparato, haciendo toda suerte de ruidos extraños. No sobrevivió. Pero pude entrevistar al capitán, gracias a que cargaba otro teléfono encima, un poco más resistente al agua.
Alguien por ahí me dijo el correcaminos, y fue una de mis mayores satisfacciones durante todo el periplo que significó sortear la tragedia.

X
Creo que poco sé de lo que pasó esa semana... A veces todavía sueño con todo esto, lo que me hace suponer cómo estará cada uno de los que sufrió en carne propia los días de lluvia. Cada uno de nosotros tiene y tendrá siempre un pequeño trozo de esa historia. Sólo doy gracias a Dios que yo puedo contar mi parte.

2 de diciembre de 2005

Circulando de nuevo...

Problemas técnicos no me permiten seguir publicando en "Circule...", así que aquí está esta nueva opción, y para arrancar, pues un recordatorio de todo lo que hasta ahora hemos hablado... De seguro nos seguiremos viendo.

Abrazos,

Monday, October 31, 2005
Gente grande...
No me estoy refiriendo a la gente que tiene exceso de peso, ni mucho menos pretendo dar sermones sobre la importancia de estar delgados... No tendría cara para tal aberración.De lo que quiero conversar es de lo sencillo que es creer que uno sigue siendo joven, muy joven, un carajito pues, que todavía está en la universidad o incluso en el liceo, pero la realidad te cachetea cuando comienzan a ocurrirte cosas que solo le ocurren a la gente grande.Ejemplos, miles. Estoy seguro que a todos les ha pasado que estan independizados o "en vías de"; que trabajan y se mantienen o aportan a su casa lo necesario para colaborar. Pero también estoy seguro que los amiguitos de sus sobrinos se les han acercado y les dicen "Señor Jogreg"... "¡Mire, señor!", etc...La sensación de haber crecido es rara. A mi particularmente siempre me agarra de sorpresa darme cuenta que no soy ningún carajito. Tampoco es que me haya vuelto un viejo prematuro... pero creo estar ya en la etapa que llaman "la adultez".Y algunos dirán "carajo, Jogreg, estas descubriendo que el agua moja... ¿o es que no te has visto la calva y la barriga?". Pero les cuento que es todo un descubrimiento, sobre todo cuando te das cuenta que no todo el mundo vive la adultez de la misma forma. Hay gente contemporánea que tiene ciertos hábitos y costumbres que definitivamente no son los de uno, las prioridades cambian, los objetivos son distintos... Si a la etapa la llaman adultez, el proceso de llegar ahí es lo que llaman la "madurez".Claro, comenzamos a hablar de palabras mayores, sobre todo porque la pregunta aquí sería "¿y quién le pone el cascabel al gato?". ¿Quién es el machito que en cuestión de madurez puede sacarse un carnet? En fin, ¿quién decide cuándo se es adulto?Creo que la razón por la que estoy hablando tanta pistolada es una: esto de crecer es una cosa rara. Estoy seguro de que existe el complejo de Peter Pan, e incluso, que todos lo vivimos en mayor o menor grado, y que la vida se encarga, de una forma u otra, de recordarte que ya no eres aquel...Lo más importante es que, gracias a dios... ¡Cómo lo estoy disfrutando!Saludos, besos y abrazos a quien corresponda.
Friday, October 21, 2005
El estrés
El estrés parece ser nuestro permanente acompañante en estos días. Si chequean la fecha de la última vez que escribí hasta el día de hoy, se darán cuenta de que han pasado unas cuantas lunas. Pero es que la cosa ha pasado de castaño claro a castaño oscuro, en lo que a trabajo se refiere.Diremos que en todo caso, lo que ocurre es para bien, lo cual es un alivio... alivio momentaneo de todos modos, porque cuando me toca pensar en la avalancha de trabajo que tengo encima, salen a relucir las técnicas que me permitan controlar el estrés, un estado en el que parece que voy a estar por un buen rato.Lo más interesante del asunto es que uno termina teniendo que aprender algunas cosas:1. Delega, mijo, delega: hay muchas cosas que otros podrían hacer por uno, mejor, igual o peor que uno, pero lo hacen, y al final el objetivo se cumple igualito. Lo importante es que lo hecho sea lo necesariamente bueno para que sirva. La perfección no existe, ni siquiera lo que uno mismo hace es perfecto, así que paciencia, que los demás también tienen que aprender.2. Tiempo hay para todo: no vale la pena devanarse los sesos sacando cuentas sobre todo el tiempo que me voy a echar haciendo esto o aquello. Siempre tendremos que tomar decisiones sobre cuándo y cómo hacer las cosas. A veces la misma situación hace que uno pierda de vista las opciones que tiene en frente para resolver los problemas.3. De nuevo paciencia, paciencia: porque lo que es del César... va pal César, y tarde o temprano el César (en este caso, nosotros) podrán disfrutar de los frutos benditos del trabajo y la perseverancia.Porque algo nos tenemos que reconocer a nosotros mismos: ¡Coño, cómo hemos trabajado, carrizo!En todo caso, tanto estrés y tanta cosa no puede quitar el espacio para el esparcimiento. Hay que tomarse el tiempito de salir, de comer algo, de un cine o un helado, de un ratico de televisión, y hasta de dormir... Nada vale tanto como la tranquilidad, aunque tengas una tonelada de trabajo...Saludos y espero saber de ustedes más pronto que tarde...
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Tuesday, October 04, 2005
Cayendo por su propio peso
Hace apenas un par de días escribía sobre el odio y la ira. Agradezco enormemente a las personas que se preocuparon por mi durante este breve tiempo, ya que en efecto han sido momentos muy extraños.Sin embargo, creo justo informarles a quienes siguen este diario electrónico que muy probablemente la situación que confrontamos está por solucionarse con bien, sin sangre ni violencia. Si Dios quiere y todo sale como esperamos luego de las respectivas negociaciones, pronto daremos punto final a esta situación que nos tenía tan preocupados.Así que después de un buen susto, un buen gusto... a ver si salgo a celebrar un día de estos...Un abrazo a todos...PD: ¿Los detalles? pregunten y les cuento... ;)
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Monday, October 03, 2005
Me comienzan las clases
Así decía Felipe a sus amigos cuando estos le invitaban a jugar a la plaza poco antes del inicio de clases. Mafalda protestaba, señalando que no le comienzan solo a "él", sino a todos, a lo que Felipe dice que él no tiene nada que ver con la angustia de los demás...Así ando yo, angustiado porque ME comienzan las clases, y a muchos de mis amigos y colegas NO. La cosa me angustia porque en la práctica son unas 10 horas semanales -en un cálculo bastante conservador- que le tengo que dedicar a esta actividad académica.¿Y entonces - se preguntarán ustedes con justa razón - por qué carrizo das clases?La respuesta es sencilla: como dirían en mi dulce hogar, "sarna con gusto no pica". Me encanta dar clases. Disfruto enormemente recibir el año con un montón de muchachitos que tienen muy poca idea sobre lo que es la producción de programas de radio y terminar el año contrastando la diferencia, cuando veo a un grupo de muchachos que ahora producen programas dignos de ser escuchados en cualquier emisora.Esa es la razón fundamental: poder colaborar con el crecimiento profesional de una persona, para que tenga herramientas adecuadas para su futuro laboral. Pero hay más.Otra de esas razones que me llevan feliz de regreso al aula de clases es poder compartir con mis alumnos algunas ideas sobre la labor de los comunicadores sociales, su función, la ética, el ejercicio profesional visto a la luz de los acontecimientos que nos acompañan desde hace un buen tiempo ya. Poder confrontar nuestro actual sistema de ideas, definir y valorar los cambios que son necesarios y urgentes para que los medios de comunicación, y en especial los profesionales de los medios audiovisuales, tengan criterio suficiente para realizar una labor que, por sobre todo, respete al público y le ofrezca contenidos de altísima calidad.Estoy angustiado porque me comienzan las clases... pero qué de pinga...Saludos, hablamos pronto...
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Thursday, September 29, 2005
La ira y el odio
¿Ustedes alguna vez han sentido de verdad verdad que tienen ganas de hacer que alguien realmente pague por algo que consideran como una traición, como una jugada sucia y descarada? ¿Han odiado en serio? ¿sin que les quede nada por dentro?Bueno, la razón por la que hablo de la ira y el odio es una: creo que por primera vez en mi vida sentí y siento verdadero odio, rencor, hacia alguien. De verdad. Sin que me quede nada por dentro. Esta es la primera oportunidad en la que una persona actua de tal modo que hace nacer en mi este sentimiento que todos consideran destructivo, y es cierto, porque lo que me provoca es justamente destruir al fulano.No les voy a echar el cuento, muchos ya lo conocen... El asunto es que siguen ocurriendo episodios que nos hacen pensar que la mala fe existe, y que la gente que actua de mala fe tiene su destino marcado. Pero la cosa es que no me interesa esperar que el destino haga su trabajo. En serio, lo que provoca es echarle un empujoncito para que se apure en hacerle pagar lo que hizo.He tenido que hacer muchos ejercicios que me permitan calmar mi animo. El problema es que esta situación hizo que nacieran en mi estos sentimientos, de ira y odio, que de verdad no había manejado nunca a este nivel. Que me convierten en un hombre que empieza a desconfiar de quienes lo rodean, que se cuida las espaldas a veces de manera excesiva. Lo que siento es que la situación me corrompió. Me siento violentado, obligado a caer en el juego de pensar mal para acertar... y no me gusta. No me gusta nada.Nunca había querido partirle la cara a nadie. Nunca había querido meter preso a nadie. Nunca había deseado que a alguien se le escoñetara la vida. Pero en este caso, provoca intentarlo. Y eso me preocupa. Creo que después de todo voy a necesitar terapia. Ojalá esto se acabe pronto.Lamento ser tan negativo esta vez, pero también quería compartir esto que llevo dentro y que creo que podré superar si lo saco de donde lo tengo, en vez de ocultarlo.Saludos a todosPD: Mi mamá cumple años hoy y voy saliendo a celebrarlo...
posted by Jogreg at 6:26 PM 0 comments
Monday, September 26, 2005
La creación
Venga, no es que me metí a filósofo y quiero hablar sobre la creación del mundo ni mucho menos. No es que uno se considere artista, creo que me falta mucho talento para serlo. Solo que siempre, a pesar de todo, he tenido la curiosidad –a veces disfrazada convenientemente de necesidad- de expresarme artísticamente. Y la verdad es que me he descubierto como un tipo poco disciplinado para esas cosas.Lo que quiere decir, en la práctica, que no es una necesidad sino pura y simple curiosidad, incluso envidia, porque me encantaría crear algo, pero en realidad no me muero por hacerlo.Quizás he tenido la oportunidad de expresarme por otras vías. Por ejemplo: ahora mismo me toca escribir sopotocientos guiones de La Máquina de Chuíto. Esa ha sido una manera de expresar mi manera de ver el mundo, y la verdad es que me lo estoy disfrutando de lo lindo.Otra cosa que termina uno descubriendo es su profundo pragmatismo, que se expresa también de otras formas, pero que es una gran limitante de la subjetividad del artista, quien se expresa como sea. En mi caso, prefiero ser más literal: quizás se trate de algo aprendido en la carrera, donde le piden a uno ser lo más objetivo posible. Para mi es importante comunicar, y que el mensaje sea inequívoco, nada de interpretaciones. Pero sin darle a la gente las cosas masticadas hasta el cansancio, no hace falta explicar tanto.El asunto es que, con todo, sigo teniendo ese vacío en el estómago, esa picazón en las manos: escribir un libro, tocar algún instrumento musical, pintar algo, modelar aunque sea plastilina… Crear algo que salga de mis manos, mi corazón y mi cabezota pelada.Me reconozco como un artista frustrado. En mi casa nadie tenía esas inclinaciones. Nunca nadie tocó cuatro, apenas un tío pintó un par de cosas… y yo me quedé con las ganas. Dirán que todavía hay tiempo… ojalá… Apenas haga algo les aviso.SaludosPD: Por cierto, Richard parece estar mejor... flores de bach mediante...
posted by Jogreg at 6:35 PM 0 comments
Thursday, September 15, 2005
Flores de Bach
En estos días hemos tenido más trabajo que el de costumbre en esta oficina. Desde hace un tiempo para acá, Richard ha venido presentando episodios de lo que comunmente la gente denomina "ataques de ansiedad", que se manifiestan con mareos, sudoración fría, taquicardia... Recordemos que, por otra parte, hace un año sufrió de una tromboembolia pulmonar, léase, un coágulo de sangre que tenía alojado en la pierna se desprendió y fue a dar a uno de sus pulmones. En el momento de los ataques de ansiedad, su primera sensación y temor es que el tromboembolismo vuelva a ocurrir.Ante este panorama, y considerando además que Richard no es un tipo de ir a psicoanalistas, nos sugirieron ir a la organización Buen Nacer, donde una de las especialistas trabaja con masajes antiestress, aromaterapia, flores de bach y todas esas cosas que son vistos por algunos como terapias alternativas, y por otros como pura charlatanería.Y sin embargo, heme aquí, tomando flores de bach... Acebo, Castaño blanco, Haya, Pino y Estrellita de Belén para combatir las angustias y los dolores del alma, para disminuir el stress. Richard tiene que seguir asistiendo a sus masajes.A todas estas, lo que me llevan a pensar un poco sobre todo esto es que luego de los masajes, me sentí estupendamente. Me sobaron todo el cuerpo con esencia de pino y la cosa, al menos en apariencia, funcionó de maravilla... ¿qué tanto de sugestión hay en todo esto? ¿será todo realmente así o será simplemente que uno deja que su psique vuele sola ante la posibilidad de que la terapia funcione? ¿hasta qué punto necesitamos entregarnos, claudicar, ante la necesidad de sentirnos mejor?Lo que sí es cierto es que el agotamiento es real. Durante los últimos dos meses, la respuesta a la pregunta "¿cómo estas?" ha sido "agotado, pero bien". De verdad estoy agotado, pero bien. El asunto es que vivir agotado es agotador, y algo hay que hacer para remediar eso.Por cierto, estuve averiguando en internet para al menos tener una idea de qué son las flores de bach. Ahí les dejo esa página...http://www.biocyber.com.mx/38-flores.htm

Tuesday, September 06, 2005
La tolerancia (I de muchos...)
Creo que me van a ver escribir mucho acerca de este tema por razones obvias. Esto de la tolerancia da mucha tela que cortar, y en mi caso, practicamente a diario me toca tener experiencias que me remiten al tema.Hoy, por ejemplo. Sucede que R&TV decidió apoyar a la organización del Miss Gay Venezuela en todo lo relacionado con la producción audiovisual. Varias razones nos llevaron a tomar esta decisión:1. El público gay venezolano, aunque en apariencia escondido, tiene tanto potencial económico como cualquier otro en el mundo.2. Vimos el espectáculo del año pasado en video, y la cosa es impresionante.Ver a un grupo de hombres, obviamente homosexuales (aunque no debe ser necesariamente así según la normativa del concurso, en la que se habla de hombres transformados en mujeres, sin alusión directa al sexo de su respectiva pareja), cambiar frente a tus propios ojos y convertirse en una persona lo más similar posible a una mujer, sigue siendo una experiencia que golpea todo tu ser con contundencia.Luego, pedirle que se mueva, que sonría, que pose... ¿cómo le dices? ¿"sonríe, mamita"? ¿"con más gracia, Julio"? ¿les hablas en masculino o en femenino? ¿cómo lo prefieren?´Esto de la tolerancia es cosa seria, compadre. El respeto por la diferencia, la capacidad para aceptar que cada cabeza es un mundo, y que cada cabeza se expresa a su modo... Como les decía, da mucha tela que cortar, y la cosa deja más preguntas que respuestas. ¿Será cierto que los seres humanos convivimos, compartimos, nos solidarizamos? ¿Existen tales cosas como la compasión, la comprensión, la igualdad? ¿O será simplemente que nos aguantamos hasta un determinado límite?Seguramente que sobre este compartir seguiremos conversando... Un saludo a todos.
posted by Jogreg at 12:06 AM
2 Comments:
AM said...
Hola Jogreg, ahora que tocas ese tema, me gustaría compartir algunas cosas que he conversado en el postgrado de filosofía. Mucho se habla de la tolerancia, y pareciera que es un leit motiv de esta época, se nos pide que seamos tolerantes con el otro, haciendo alusión de aquél que es diferente, porque tolerar al que me es similar, pertenece a mi grupo o considero mi par, es muy fácil, tolerar viene por el diferente, distinto, diverso, raro; en otras palabras: el marginado (al menos de mi círculo). Ya por allí se comienza a asomar algo que es un problema en sí del verbo tolerar, éste a mi me suena a aguantar, soportar, calar: tolerar no encierra en sí mismo un gesto de amplitud, quizás es la forma que encuentran los trogloditas para sobrevivir a la existencia del otro, lo tolera, es decir se lo cala, es como aquello de respeto tu opinión pero no la comparto. Pienso que si queremos hacer de éste un mundo mejor la cosa no debe ir por la vía de la tolerancia, sino por algo que va más allá. Conversaba con una amiga y ella trataba de convencerme de que la vía era la compasión (al estilo budista) es decir padecer con el otro, vivir su pasión, buena o mala, quizás esto tenga más que ver con lo que verdaderamente necesitamos, yo pienso que el esfuerzo debe venir por tratar de ponerse en los zapatos del otro, entenderlo en su mundo y necesidades, pensar en sus afecciones. Finalmente quería comentarte que en la filosofía antropológica se ha indagado bastante sobre el tema, sobre todo en la modernidad autores como Locke, Hobbes, Hume, Voltaire y Rosseau han tratado de entender que hace que el hombre no se mate a sí mismo, o como decía Hobbes en su Leviathán que no seamos lobos de nosotros mismos. La salida más humana, pienso yo, la halló Rosseau, quien afirma que el hombre es compasivo por naturaleza, y que es el amor por otros hombre lo que lo mueve a actuar. Quizás debamos encontrar en nosotros mismos esa naturaleza para poder reencontrarnos como humanos, todo iguales, todos hermanos...Alvaro Molina D'Jesús
6:39 AM
Naky Soto said...
Entre tacones te veasEn días pasados tuve la oportunidad –fortuita- de acompañar a mi mejor amigo a uno de los encuentros que organiza Contranatura, un grupo de la UCV que se dedica a dialogar sobre la tolerancia y sus avatares.El tema de ese día fue “¿Cómo lo lleva mi familia?” y así buena parte de los habituales dialogantes fue acompañado de un/ una representante de sus afectos. Yo sólo compartía un café y en medio de un ataque de alergia –digno de antología- decidí someter al resto de los convocados a mis estornudos frecuentes, con tal de fungir como familiar de un hombre al que considero mi hermano –aunque a él lo haya parido una asturiana y a mi una caraqueña-.La jornada se inició con un trío de presentaciones de los organizadores, que sirvieron de marco referencial para el tema a tratar. Hablaron varias personas cuya suma de declaraciones tendría por corolario, la solicitud de acompañar a quienes amamos, en el difícil tránsito de andar por el mundo según sus decisiones y no por convicciones de otros.Y es que hasta el día de hoy, no ha habido entre las muchas –gracias a Dios- declaraciones de afecto que he recibido de familiares y amigos, alguna que arranque diciéndome que me quieren más o con mayor profundidad por ser heterosexual. Lo que digo cuando digo esto, es que amar a mis amigos poco tiene que ver con su orientación sexual. El orgullo, el respeto, la admiración y el amor que les profeso, reposan más bien en lo que son y en las posibilidades que esos seres que vamos siendo nos permiten.Creo que sobre la tolerancia es una pérdida de tiempo filosofar. Se que la tolerancia es un arte, más que una virtud. Que para saber de ella hay que ejercerla y que sólo se ejerce con aquellos que nos ponen a prueba. Ser de oposición y amar a un chavista. Ser homosexual y congeniar con un transgénero. Ser heterosexual y defender los derechos civiles de los homosexuales como si de los propios se tratase.Contranatura realiza sus reuniones los primeros martes de cada mes en algún café conocido de la ciudad, valdría la pena que todos compartamos ese espacio al menos una vez, créanme que es un ejercicio poderoso el reconocimiento de la diferencia para justipreciarla como un elemento más de las mentalidades democráticas.Cierro mi “circulación” dedicando estas líneas a algunos de los que han hecho posible que viva con placer y convencimiento mi amor a otros: a Víctor –Storm- y Michael, pues son el matrimonio- entre todos los amigos que tengo- que suma más años de convivencia común. A Jo y Richie por el éxito ineludible que su amor y sus talentos conjuntados, van construyendo cotidianamente. A Tuto -donde quiera que se encuentre- por la solvencia y la armonía de su creatividad y su risa. Y finalmente a Gianni, mi hermano rubio, mi hermano pues, por el privilegio de transitar Caracas –de transitar la vida- con la magia como escudo y el aprendizaje como saldo.nakysoto@hotmail.com
9:54 AM
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Circule...
Circule... muévase, caballero, que si no, estorba...La vida es movimiento, es cambio constante. Alessandra Vassallo, artista plástico italo-venezolana a quien hicimos un documental bastante simpático, por cierto, nos lo repetía constantemente.Creo que tiene razón. Cambio es riesgo, es pasión, es incertidumbre. Es vida. El asunto aquí no es saberlo... es aplicarlo. Vivir con riesgo, con pasión y con incertidumbre, apostando por un futuro que será como queremos que sea, pero si, y solo si, conspiramos para lograrlo.Durante los últimos tres años y tanto, he circulado, y no me arrepiento.Quiero comenzar a compartir las cosas que he visto y vivido con ustedes. Dos razones básicas para publicarlas por esta vía: 1. Aparentemente, todos estamos demasiado ocupados para vernos más o menos frecuentemente. 2. Porque escribirlas significa dejar huella, no olvidar.Quiero apostar a esta via electrónica para comunicarnos. Bienvenidos quienes quieran hacer lo mismo.Saludos a todos. Nos seguimos viendo.
posted by Jogreg at 11:00 AM
2 Comments:
Carlos Ortiz - Grupo Dar said...
Hola Jogreg, tienes mucha razón, puesto que cada día nos alienamos más en este sub-mundo tecnológico y es poco lo que circulamos y mucho el contacto que perdemos.Es muy grato conocerte como persona, pues bastante son las cosas que he aprendido.Felicitaciones por tus logros y mucho más por esta iniciativa, pues siempre es bueno dejar huella para todo aquel que llegue pueda conocer como nos ven los demás a través de sus ojos.
10:45 AM
ngc3015 said...
Bueno en aquello de estar en contacto tienes toda la razón entre el ajetreo y las 50mil cosas que se supone hacemos que nuestra vida sea normal casi no nos queda tiempo para vernos en persona.... sin embargo me gusta mucho la iniciativa que has tenido de hacer un blog de alguna manera trasciendes a través de este espacio...voy a aprovechar de escribirte la dirección de mi blog http://www.ngc3015.com/blog/aunque no escribo mucho es el lugar donde publico las cosas que hago y es un desahogo para hacerle llegar a otros cosas que de otra manera no podriamos.Me gustaria ver también esas cosas que haces mas allá del trabajoUn saludos y un gran abrazo
10:49 AM