Un día un barco de España con destino a la isla de Santo Domingo pasó frente a la isla de Margarita llevando imágenes sagradas. Entonces, se desató una tormenta que desgarró sus velas. Anclaron en Pampatar para reparar la nave y en ese momento cesó la tormenta. Al día siguiente, una vez listas las velas, el barco partió y entonces comenzó de nuevo la tormenta. Regresaron, pero apenas soltaron las anclas volvió a cesar la tempestad. Entonces, los tripulantes pensaron que una de las imágenes sagradas quería quedarse en Pampatar, cuya iglesia tenía una imagen de Cristo sumamente vieja.
Dejaron el Cristo que estaba a bordo en la iglesia y zarparon. Se dice que a partir de entonces tuvieron un buen viaje, así como también todos los fieles viajeros que lo visitan antes de partir de la isla.
1 comentario:
Supongo que es una preciosa leyenda pero si tuviera visos de realidad mejor todavía.
Hace unas semanas estuve viendo una exposición del que posiblemente sea el mejor escultor de iconografía religiosa. Salzillo, impresionante. Me lo recordó la imagen del Cristo.
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Saludos.
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