1 de junio de 2006

La noche de anoche...

Naky y yo nos conocimos en la universidad. Ella estudiaba Relaciones Industriales, yo Comunicación Social. Tuvimos en común el interés por la política estudiantil y formamos parte de nuestros respectivos centros de estudiantes en la misma época, por lo que terminamos compartiendo mucho de nuestros años universitarios.
Luego, cada quien encontró trabajo y hubo cierta desconexión, la normal cuando se trata de personas que comienzan a hacer su vida por su cuenta. Sin embargo, el destino nos volvió a unir cuando me llaman de su oficina para que forme parte del equipo. Trabajamos dos años juntos, en los que nuestra amistad se vio afianzada. Además, teníamos la suerte de trabajar con otros tantos que habían compartido con nosotros las aventuras y desventuras de la política universitaria, lo cual terminó resultando una recreación de la época.
Luego de dos años yo salgo de ese trabajo y decido montar mi propia empresa, pero ya nuestro cariño era imborrable, por lo que seguimos en contacto a través de las vías que la tecnología ha puesto a nuestra disposición.
Ahora Naky es la reina de los blogs venezolanos (casi una Miss Venezuela, pero MUY inteligente) y yo la sigo venerando como siempre, a pesar de que todavía no ha venido a conocer mi casa -siempre tienes alguna excusa, pero un día de estos te rapto y te jodes, jejeje-.
Anoche, en una de esas medidas de emergencia que uno debe tomar de vez en cuando, decidí que la pasaría buscando luego de su terapia para irnos a conversar todo lo que no hemos conversado en todo este tiempo. Y para la envidia de muchos, creo que fue una noche memorable, nos reímos, hablamos de cosas serísimas, nos comimos alguna cosita... Simplemente estupendo.
En ese sentido, he tomado una decisión inaplazable: no voy a permitir que el trabajo, las rutinas, lo cotidiano, me aleje de mis amigos. Hay que tomarse el tiempo de verlos, de abrazarlos, de conversar. Si uno se pone a hacer una lista y sacar la cuenta de todo lo que uno tiene que hacer en la vida, parece que el tiempo no alcanzaría. Por eso es que perder el tiempo es uno de los pecados capitales de estos inicios del siglo XXI.
Besos y abrazos a quien corresponda...
P.S.: Los paparazzi se enteraron del gran evento (claro, estábamos haciendo un escándalo en el restaurant como para no pasar desapercibidos) y permitimos que nos tomaran esta foto.

8 comentarios:

Câline dijo...

Naky con colitas... jejejeje.
La UCAB deja múltiples huellas en quienes estudiamos allí.
Haré mi tarea de llamar a todos mis amigos, gracias por recordármelos.

EBE dijo...

Aplaudo tu decisión inaplazable y la secundo.
Saludos

Naky Soto Parra dijo...

¡Tan tú la crónica! Ten la gentileza de echarle un ojo a la mía ¡jajaja!

Te quiero, de aquí a la Luna y vuelta.

Anónimo dijo...

¡Que bien por ti! ¡que envidia por ti! Ya quiero yo una amiga así, préstamela pana... jeje... los paparazzi... jeje...

rafico dijo...

Que bonito, uno trabajando y ustedes disfrutando.
Un abrazo rompehuesos a ambos y besos también.
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Jogreg_ Me encanta la subjetividad del tema que planteabas en post anterior.
Creo que tu evocas el dichoso cuadro negro de ...(?)Recuerdo que dicho cuadro, trascendió pues se convirtió en pieza arqueológica, superando lo que quería expresar, es decir, su importancia radica en las grietas y la permanencia de su negritud.

Con tu permiso me robo la gráfica.
PD
El imaginario hacia el negro es cultural.

Carmelo Lattassa dijo...

Pana, doy fe de que estás entre sus principales... foto tuya y de tu chico cuelgan en su pared... yo también participo de esta cosa de estar deslumbrado por Naky y eso me acerca más a ti... te mando un abrazo...

PD: Te dejé respuesta a tu post.

Ivan Jaquez dijo...

qué chulo que sean tan amigos los dos blogueros que más leo de Venezuela!

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Creo que me deben una cerveza, MÍNIMO!!!

Todo lo mejor para Ustedes.