Tengo en mis manos el primer guión de "El eslabón perdido". Más allá de uno que otro arreglo, el relato comenzó con buen pie, y creo que esta comiquita es el reto más interesante que he tenido como profesional. Estoy realmente muy emocionado con la posibilidad de hacerla, va a requerir de un gran esfuerzo, sobre todo en el tema de las ilustraciones y las animaciones. Pero la historia, las enseñanzas, la mitología... estoy seguro que valdrá la pena.
Ya la aventura comenzó. Maya, Santiago, Teófilo, Samuel y Bimbo serán nuestros héroes. Ya conocimos a Luana, a los tepuyes, a la leyenda de El Dorado... ya hablamos de las tribus indígenas latinoamericanas y de aquí en adelante será solo acción y aventura. ¿Serán capaces nuestros amigos de impedir que Fierro cumpla con su cometido de quedarse con el eslabón?
Van a ser nueve meses intensos, eso lo puedo asegurar. Pero ¿quién dijo miedo?
Besos y abrazos a quien corresponda...
30 de julio de 2006
19 de julio de 2006
La velada
Dispuso la mesa para cenar. La última vez lo había hecho para celebrar su aniversario, cumplían ya ocho años de haberse declarado amor eterno. Casi una década de encuentros y desencuentros. Solo quien aprende a vivir diría que ha sido feliz a pesar de todos los momentos terribles, y no gracias a todo lo hermoso que les ha deparado el destino. Y hay que agradecerlo todo, a pesar de. Porque aquello de que a todo lo malo hay que verle el lado bueno no es que sea una filosofía sencilla de seguir. Más bien diría que es más sencillo asumir que la vida hay que vivirla con intensidad, tanto lo bueno como lo malo, sin querer cambiarle la esencia al asunto.
Y el asunto es que, como todo, esos ocho años habían tenido sus días buenos y sus días malos; la verdad es que no se podía quejar. Pronto tendría una velada maravillosa, con la mejor de las compañías, la misma compañía que le atrapó hace ocho años y que ahora mismo venía en camino sin saber que esta velada le esperaba sin razones ni protestos. Le dio las gracias muy calladito a su profesor de cocina, que le enseñó esos pequeños trucos que hacían de cada plato un agasajo al paladar; no veía la hora de descorchar la botella que había puesto a enfriar en la nevera.
Todo estaba listo para recibir a su amor, que seguramente se quejaría por el trabajo, pero se contentaría de llegar a casa. Y se contentaría aún más al ver que le esperaba una noche de esas que todos se merecen cada cierto tiempo. Una música suave, ligera, amenizaría la conversación y relajaría el ambiente.
Tampoco quería que todo fuera demasiado formal, así que decidió ponerse un brevísimo vestido negro, cómodo y elegante al mismo tiempo, pero dejaría sus pies descalzos, para sentir la textura de la suave alfombra que cubría el comedor.
Vio que llegaba el auto. En ese momento, encendió las velas que colocó deliberadamente por toda la casa y sobre la mesa. Todo estaba listo, casi cada detalle había sido cuidado. Estaba segura que sería una noche perfecta.
Y así fue.
Con los primeros rayos de la mañana entrando por su ventana, abrió los ojos y admiró la belleza de los rasgos de quien había ocupado su lado derecho de la cama. Seguramente ocurriría la escena que mañana a mañana se repetía de forma casi ritual: intentar despertarla de todas las formas posibles para que no llegara tarde al trabajo. Pero todavía no era el momento: primero haría el café, se metería al baño rápidamente y luego prepararía el desayuno -frutas y cereal, para mantener la figura-. Luego, solo luego, la despertaría.
Acarició su larga cabellera castaña, sonrió, y de nuevo agradeció a la vida por tenerla al lado.
Y el asunto es que, como todo, esos ocho años habían tenido sus días buenos y sus días malos; la verdad es que no se podía quejar. Pronto tendría una velada maravillosa, con la mejor de las compañías, la misma compañía que le atrapó hace ocho años y que ahora mismo venía en camino sin saber que esta velada le esperaba sin razones ni protestos. Le dio las gracias muy calladito a su profesor de cocina, que le enseñó esos pequeños trucos que hacían de cada plato un agasajo al paladar; no veía la hora de descorchar la botella que había puesto a enfriar en la nevera.
Todo estaba listo para recibir a su amor, que seguramente se quejaría por el trabajo, pero se contentaría de llegar a casa. Y se contentaría aún más al ver que le esperaba una noche de esas que todos se merecen cada cierto tiempo. Una música suave, ligera, amenizaría la conversación y relajaría el ambiente.
Tampoco quería que todo fuera demasiado formal, así que decidió ponerse un brevísimo vestido negro, cómodo y elegante al mismo tiempo, pero dejaría sus pies descalzos, para sentir la textura de la suave alfombra que cubría el comedor.
Vio que llegaba el auto. En ese momento, encendió las velas que colocó deliberadamente por toda la casa y sobre la mesa. Todo estaba listo, casi cada detalle había sido cuidado. Estaba segura que sería una noche perfecta.
Y así fue.
Con los primeros rayos de la mañana entrando por su ventana, abrió los ojos y admiró la belleza de los rasgos de quien había ocupado su lado derecho de la cama. Seguramente ocurriría la escena que mañana a mañana se repetía de forma casi ritual: intentar despertarla de todas las formas posibles para que no llegara tarde al trabajo. Pero todavía no era el momento: primero haría el café, se metería al baño rápidamente y luego prepararía el desayuno -frutas y cereal, para mantener la figura-. Luego, solo luego, la despertaría.
Acarició su larga cabellera castaña, sonrió, y de nuevo agradeció a la vida por tenerla al lado.
11 de julio de 2006
¡Estamos embarazados!
En mi pueblo, a esto le dicen que por un lado sale el payaso y por el otro uno va y suelta la risa. Por otra parte, si fuese un embarazo de verdad verdad, tendría muy presente la posibilidad de hacerme la vasectomía, porque eso de andar pariendo uno para tener al otro puede ser peligroso para la demografía nacional.
Pero en este caso, el refrán que mejor se ajusta es aquel que dice "si así llueve, que no escampe". Como ya saben, nuestra primera comiquita, "La Máquina de Chuíto", se acaba de estrenar este sábado, y nosotros andamos de lo más contentos por el hecho de ver, finalmente, el fruto de nuestro trabajo al aire.
Pues resulta que hace cuestión de media hora recibimos una llamada proveniente de CONATEL (la Comisión Nacional para las Telecomunicaciones en Venezuela). El pasado 09 de diciembre, habíamos introducido ante esa instancia un proyecto para la realización de 13 capítulos de una nueva comiquita que se llama "El Eslabón Perdido", todo esto en el marco del Fondo de Responsabilidad Social creado por la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, para el financiamiento de programas realizados por Productores Nacionales Independientes (léase, nosotros).
La famosa llamada fue para informarnos que el proyecto había sido APROBADO por el Directorio tal y como fue planteado por nosotros ante esa instancia, por lo que solo faltan los detalles legales y técnicos de rigor para dar inicio a nuestra ¡SEGUNDA PRODUCCIÓN DE DIBUJOS ANIMADOS!
Debo confesar una cosa, (para eso está este blog, ¿no?): Escribí esa última línea y se me aguaron los ojos -recuerden que les dije que soy un llorón-.
Naky ya me lo recordaba: ¿no que la vida es una montaña rusa? Bueno, esta es una prueba más de que es así, y por eso mismo estoy muy agradecido.
No me queda más que celebrar, por EL ESLABÓN PERDIDO, por nosotros, por todos los que han confiado y siguen confiando en nosotros, y finalmente, porque pa´lante es pa´llá.
¡Qué vaina más buena, caráchole!
Besos y abrazos a quien corresponda.
8 de julio de 2006
Nació el muchacho...
La verdad es que la sensación es una cosa casi indescriptible. Si esto fue así, no me imagino cómo será tener un hijo. Yo creo que sería un pésimo padre, sobre todo a la hora de apoyar a la madre, porque me pondría como la ranchera: "llorar y llorar, llorar y llorar".
Chuíto salió al aire, y desde el momento en que salió la tapa de VIVE anunciando que el próximo programa sería "La Máquina de Chuíto" se me aguaron los ojos, se me aceleró el corazón... Cuando por primera vez se vio a Ciberchuíto flotando en el espacio para llegar a Margarita; cuando por primera vez Chuíto se transforma y dijo "¡Genial, ahora tengo mi propia máquina del tiempo y del espacio!"; cuando buscaron el antivirus para salvar la computadora; cuando La Perla estornuda pensando que se contagió de gripe viajando por el Polo Norte; cuando salió Luis con los pelos "como unas antenas"...
Es como un album de fotos que se le queda a uno grabado en la memoria. Claro, las imágenes estarán un poco chorreadas por el lagrimero, pero no importa, lo importante es que nació el muchacho. Un poco loco, pero nació. Y ahora hay que criarlo "como Dios manda". Quién sabe si en Europa terminan comiendo cazón margariteño.
Gracias a todos los que se han comunicado y se siguen comunicando con nosotros para celebrar este momento tan importante.
Besos y abrazos a quien corresponda.
P.S.: Para quienes no tienen señal de VIVE en sus televisores, descubrimos que es posible verlo a través de internet ya que el canal tiene señal en vivo en su página: www.vive.gov.ve
Las retransmisiones serán el miércoles a las 3:00 pm y el viernes a las 10:00 am.
3 de julio de 2006
¡"La Máquina de Chuíto" al aire!
Por fin, Chuíto verá la luz este sábado 08 de julio a las 8:00 de la mañana por VIVE. Las retransmisiones serán de la siguiente forma:
Miércoles, 3:00 pm
Viernes, 10:00 am
Ojalá puedan verlo y contarnos qué les parece. Además, les cuento de una vez que mientras más avanza, mejor se pone.
Besos y abrazos a quien corresponda...
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