30 de noviembre de 2016
23 de noviembre de 2016
MECUS Día 13 - Rubio
Hoy fue el primer día de Rubio, Juan Carlos Rubio. Fue muy interesante escuchar otras formas de acercarse al proceso creativo, entender las prioridades de un autor que hace el esfuerzo de dedicarse a expresarse con su propia mirada, sus formas particulares de comprender y asumir el teatro. Anécdotas aparte, es un tipo que vive el teatro como un proceso dinámico. Su obra cambia mientras la monta, respira y se mueve.
Parte de temas que le preocupan y le enamoran, investiga e imagina los argumentos, los personajes y sus conflictos porque cree en ellos. Y luego de mucho pensarlo, escribe. Solo cuando tiene todo claro se enfrenta a la pantalla en blanco y escribe, y eso ya suele ser mucho más rápido. "Lo importante no es ser original, sino ser auténtico". "Dudar es una gran herramienta para crear".
Para mañana: escoger algo que nos llame la atención del periódico que leemos regularmente y escribir una idea de historia, una sinopsis, algo de lo que te inspire eso, así como el por qué la elegiste.
Ahí les dejo eso... del trabajo se enteran mañana.
Luego, retomamos Modelos Dramáticos. Resumimos lo que hemos visto hasta ahora y luego entramos al teatro de la Memoria Histórica: la historia de los que no tienen voz, de las víctimas, de los que perdieron, de los oprimidos. Surge con las grandes tragedias de la humanidad en el siglo XX y la necesidad de restituir de algún modo la dignidad de las víctimas. Hacer justicia evitando el olvido, recordando siempre para que la injusticia no se repita. En el caso español, la guerra civil y el franquismo, el olvido como estrategia para la transición democrática fueron el caldo de cultivo para que hoy en día este teatro esté vivo y produciendo textos.
PROHIBIDO OLVIDAR.
Algo de esto utilizaré más pronto que tarde.
Jogreg is out.
Parte de temas que le preocupan y le enamoran, investiga e imagina los argumentos, los personajes y sus conflictos porque cree en ellos. Y luego de mucho pensarlo, escribe. Solo cuando tiene todo claro se enfrenta a la pantalla en blanco y escribe, y eso ya suele ser mucho más rápido. "Lo importante no es ser original, sino ser auténtico". "Dudar es una gran herramienta para crear".
Para mañana: escoger algo que nos llame la atención del periódico que leemos regularmente y escribir una idea de historia, una sinopsis, algo de lo que te inspire eso, así como el por qué la elegiste.
Luego, retomamos Modelos Dramáticos. Resumimos lo que hemos visto hasta ahora y luego entramos al teatro de la Memoria Histórica: la historia de los que no tienen voz, de las víctimas, de los que perdieron, de los oprimidos. Surge con las grandes tragedias de la humanidad en el siglo XX y la necesidad de restituir de algún modo la dignidad de las víctimas. Hacer justicia evitando el olvido, recordando siempre para que la injusticia no se repita. En el caso español, la guerra civil y el franquismo, el olvido como estrategia para la transición democrática fueron el caldo de cultivo para que hoy en día este teatro esté vivo y produciendo textos.
PROHIBIDO OLVIDAR.
Algo de esto utilizaré más pronto que tarde.
Jogreg is out.
22 de noviembre de 2016
MECUS Día 12 - Revelación
Hoy el día comenzó con una actividad extra: ver el vídeo de la obra Daaalí, de Albert Boadella con Els Joglars. Prometían dos horas de "mejor no lo pienses mucho, déjate llevar, no analices demasiado, trata de disfrutar..." y me resultó más llevadera de lo que preveía. De hecho, me pareció divertida, dinámica, un montaje lleno de sorpresas, con un lenguaje propio, con actuaciones destacables. Muy, muy buena. Si no la han visto, véanla.
Luego, retomamos el taller de teatro. Esto está dando mucha tela que cortar. Lo que contaré tiene que ver con lo que he vivido hasta ahora en este seminario: hoy, finalmente, creo haber entendido lo que no me cuadraba.
Cuando he leído la escena que trajo el profesor, me recordó de algún modo algunas discusiones que están escritas en este blog. Luego de que la revisamos, cuando el profesor nos dijo que contestaríamos algunas preguntas sobre la protagonista, me dije: "hagamos el ejercicio, vamos a hacerlo tal y como él lo plantea, y además, vamos a hacer algo que se aleje de la primera opción que se me ocurra".
Edad de la mujer: 56 años.
Eso lo cambió todo. En ese contexto, que esta mujer que le pregunta al hombre si la ama tenga 56 años, provocó un cambio brutal en la idea que tenía de la escena. A partir de ahí, me dejé llevar sin importarme incluso que algunas respuestas pudiesen ser contradictorias (¿quién tiene la capacidad de decir que es una persona completamente coherente?). En 10 minutos tenía un personaje mucho más complejo que cualquier cosa que se me hubiese podido ocurrir en todo este tiempo.
Luego, hacer la "corriente de conciencia" fue absolutamente revelador. Pensar como Lauren (así la llamé, por Lauren Bacall), escribiendo con los ojos cerrados, sin corregir, sin comas, puntos, signos de exclamación, nada... Fue como verla nacer. Asistí al parto de Lauren. No puedo negar que fue emocionante, divertido, estimulante.
Y luego, el monólogo salió solo. Era natural. Y me di cuenta que tenía en mis manos a esta mujer:
Un poco más osada, acostándose con un niñato modelo, entregada a su trabajo, pero profundamente sola y necesitando un poco de apoyo. Porque el segundo personaje que lleva dentro es la damisela en peligro, la chica dura que, en el fondo, le encantaría tener algo de compañía, alguien en quien confiar.
En pocas palabras: me encantó.
Este proceso es muy distinto al que he realizado en otras ocasiones. No imaginé que el resultado pudiese ser este, y estoy dispuesto a seguirlo explorando. Creo que es importante que le dediquemos tiempo a escribir, a hacer los ejercicios, a pulir lo que se hace en clases, porque allí podría estar la clave del aprendizaje en todo esto.
Luego, tuvimos la charla con la profesora de la Universidad de Lisboa. Una mujer interesante, entusiasta, capaz de echar el cuento de la historia y la filosofía de la creación y la ciencia como si te estuviera narrando la última cotilla de la familia. Fue un paseo muy interesante por el pensamiento humano y sus expresiones enciclopédicas, que termina con un reto: ¿vas a seguir pintando como los renacentistas? Porque ese mundo... ese mundo ya no existe. ¿Cómo debería escribirse hoy en día, en este mundo cibernético de la información y la robótica? ¿Qué cambios sufre la creación literaria cuando vivimos un cambio de época?
Como para pensárselo, ¿no?
Jogreg is out.
21 de noviembre de 2016
MECUS Día 11 - TFM
Vale, que hoy he estado pensando más en el Trabajo de Final de Maestría que en las clases. Ya les iré contando, pero el asunto me tiene entusiasmado.
Hoy estuvimos revisando los textos que han ido avanzando algunos de los compañeros en el Taller de Teatro. Surgen las preguntas normales: quién es el protagonista, quién el antagonista, cuál es el conflicto, qué tipo de conflicto es, por qué quieren lo que quieren, cómo se sienten, cuál es la acción, cómo cambian.
Avance: ¿Cómo se resuelven los conflictos? De tres formas:
- El personaje logra lo que quiere (o no, según sea el caso). El asunto es que se resuelve a favor o en contra.
- Deus ex machina: la trama se resuelve desde afuera, casi de milagro, suele ser vista como una salida fácil impuesta por un "ser superior". Por cierto, existe la figura contraria: diabolus ex machina.
- El conflicto inicial se desarrolla hacia un conflicto más complejo, superior.
¿Qué me queda? Que llegó la hora de escribir. Que para avanzar en las tres clases que tenemos, tendría que estar escribiendo y creando YA y no más tarde. Debo intercalar horas de lectura con escritura y hacerlo pronto.
Hoy tocó Colacao caliente, saben, por la lluvia...
Luego, en Modelos Dramáticos, nos entretuvimos hablando de Juan Carlos Rubio, que vendrá dos días a darnos un taller. Luego, entramos a hablar de la postmodernidad porque parte del teatro que estamos viendo surge en esta época, aunque según la profesora, no se trata necesariamente de teatro postmoderno. Buena parte de la clase fue para revisar cómo fue evolucionando esa postmodernidad y cómo la falta de respuestas concretas a los problemas de la gente por parte de la democracia y el capitalismo han abierto brechas al populismo...
😵 😵 😵 😵 😵 😵 😵
Confieso que también me agarró de sorpresa. De pronto, estábamos hablando de política. En todo caso, fue para llegar a lo mismo que vimos la clase pasada: es un teatro que no intenta decir verdades sino desvelar la complejidad del mundo, y que incluso el autor no emite opiniones al respecto.
Tenemos pendiente hablar del teatro de la memoria histórica. La idea era hacerlo hoy, pero una discusión sobre si el teatro tenía la capacidad de generar cambios sociales, si es elitista o no, etc. nos terminó de consumir el tiempo.
Jogreg is out.
17 de noviembre de 2016
MECUS Día 10 - Cambio
Hemos llegado. En el aire sigue la sensación de miedo. Todavía parece que no nos atrevemos a jugar y a equivocarnos.
Partamos de la siguiente idea: en este momento, nada de lo que hagamos estará del todo bien. Vinimos a aprender, a corregir, a mejorar, y eso solo se logra cuando decidimos afrontar nuestros miedos.
Leímos un par de propuestas de adaptación de Valle Inclán. Puedo decir que la mía, aunque no la haya mostrado, era un desastre. "El Perro", se llama. Pero las reflexiones que se hicieron acerca de la construcción de conflictos y personajes me ayudaron a reescribir un par de cosas y agregar otras.
¿Qué se dijo? Que el teatro es cambio. Que vive del cambio, porque el cambio es acción, y en teatro siempre deben estar pasando cosas, tanto fuera como dentro de los personajes. Y ese proceso solo se detiene cuando el conflicto se resuelve, cuando el personaje consigue lo que quiere -o no.
Cuando un personaje aborda un conflicto, lo enfrenta desde una perspectiva que altera su estado de ánimo, sus emociones. Cuando hay cambios en los conflictos, es lógico que el ánimo del personaje también cambie.
El asunto es que cada vez me queda más claro que, ante el papel en blanco, ante el personaje inerte, ante el tema seleccionado, la duda es nuestra mejor aliada. La duda, y el valor que debemos tener para que nuestros personajes respondan a todas esas dudas. ¿Qué quiere el personaje? ¿Por qué lo quiere? ¿Qué pasa si logra lo que quiere? ¿Qué pasa si no lo logra, qué pierde, qué se juega? ¿Qué quiere el antagonista? ¿Por qué se opone a los deseos del protagonista y qué pasa cuando se opone? ¿Qué ocurriría si cede? ¿Cómo se sienten ambos frente a ese conflicto? ¿A dónde los lleva el conflicto, cuál es su reacción frente a esta situación? ¿Cuáles son las consecuencias de sus palabras y sus acciones? ¿Cómo avanza la historia?
Lo que decida el escritor ante cada pregunta es lo que puede hacer que la historia sea muy interesante o un bodrio monumental.
Tengo la enorme tentación de inventarme un mapa mental con este tema... Quizás me animo y lo comparto. A veces los mapas mentales pueden ser muy útiles, pero yo todavía no me acostumbro a hacerlos.
Toca seguir contestando preguntas sobre nuestros personajes. Pero yo me pregunto: ¿cuántos de nosotros tenemos ya personajes, luego de todo el proceso que hemos vivido hasta ahora? ¿han dado con alguna idea que les motive o aún siguen perdidos?
Es el momento de tomar decisiones, Ave María...
Creo que sería estupendo que el grupo tuviese un espacio para compartir lo que vamos haciendo, y además podamos ir recibiendo observaciones sobre ese trabajo. Tener un blog compartido no es tan complicado, e incluso podría ser privado. Ahí les dejo esa propuesta. También podríamos usar el propio grupo de facebook...
Lamentablemente, la profesora de Modelos de Conducta Humana no pudo ir hoy a clases, así que hoy llegué a casa más temprano... ;)
May the force be with you.
Jogreg
16 de noviembre de 2016
MECUS Día 9 - WTF
Decir algo sobre las primeras dos horas de la clase de hoy sería hacer válido el tema en cuestión: la Autoficción. Cualquier cosa que diga sería una farsa, una mentira, porque mi yo estaba desdoblado en una especie de viaje astral al que me llevó esta profesora que hablaba francés, con la intensidad de un arrullo y la energía de una pereza. Habló sobre la obra de Juan José Millás llamada "La mujer loca", que no leímos: solo algunos breves fragmentos (pésimamente presentados, imposibles de leer tal y como estaban escaneados) sobre los cuales era muy difícil aplicar la teoría que estaba siendo expuesta. Honestamente, creo que había sustancia en su análisis -es innegable-, y podía haber sido mucho más interesante si hubiésemos leído la novela, habría sido más factible encontrar referencias en la obra sobre las categorías que ella mencionaba. Pero sin sustrato firme, era casi imposible.
Al final pudo más la distracción. Los párpados se me cerraban. Mi mejor amigo fue el móvil. Creo que la percepción sobre lo ocurrido fue bastante generalizado. Es lamentable porque no niego el interés que habría podido generar, pero mi percepción es que el método no fue el más adecuado. Esperaremos a ver el power point para intentar sacar algo de provecho a estas dos horas en las que mi mente estuvo en cualquier lugar menos en clase.
Quizás el nombre de la novela era premonitorio, no lo sé...
Café, por favor.
Regresamos a Modelos Dramáticos. La profesora mencionó la paliza recibida en la clase anterior, que es una manera elegante de presentarlo.
Terminamos de hablar de Arizona, de Juan Carlos Rubio. Ya decíamos que es una obra sobre las fronteras, sobre las relaciones de pareja, pero sobre todo sobre la moral. ¿Quién dice lo que está bien y lo que está mal? A través de la palabra y su contenido, Margaret comienza a tomar las riendas de su vida. Deja de ser la esposa sumisa cuando percibe que su misión -que es la de su esposo George- no se ajusta a lo que ella considera bueno o justo. Eso de cuidar las fronteras de un "enemigo" no le cuadra, y menos cuando queda claro que su esposo está dispuesto a matar para cumplir la misión impuesta por El Proyecto.
En general, hablamos del compromiso de estos autores con la realidad, su necesidad de mostrar lo complejo de las cosas sin fijar postura: la voz del autor desaparece mientras presenta a las partes en conflicto sin juzgarlas, dándoles el mismo espacio e importancia, logrando que el espectador se pregunte quién de los dos tiene razón y generando un dilema que no necesariamente se resuelve.
Para estos autores el teatro es un arte político porque es una creación colectiva que se presenta ante una asamblea para criticar el estado de las cosas.
Quizás la pregunta que me pareció más importante de todas: ¿Por qué el autor se calla? ¿Por qué no permite que se vislumbre su postura frente a la situación que estudia en la obra? Algo en esa relación con la creación ha hecho sonar algunas campanadas en mi cabeza a las que debo prestar atención.
Hay mucho trabajo por delante: Himmelweg, Los Niños Perdidos, Daaali y El Año de Ricardo, por decir lo menos -para no olvidar que tengo por delante a Valle Inclán...
Jogreg is out of service.
15 de noviembre de 2016
MECUS Día 8 - Motivos
Subtextos. Razones por las que los personajes hacen lo que hacen, o dicen lo que dicen. Es la interpretación que hacemos como lectores, o espectadores, o directores, de lo que el escritor ha creado a través de sus personajes y sus tramas. Es un trabajo de análisis de todo lo que rodea a la obra: de su contexto, de su origen, de la historia del propio autor, de las pistas que probablemente haya dejado durante toda la obra... Lo que no quita la posibilidad cierta de que cada persona que trabaje el texto lo termine interpretando de formas distintas. Ciertamente, ayuda que el escritor deje señales sobre lo que realmente quiere decir, pero no siempre ocurre así (y de hecho, creo que no es necesariamente su trabajo).
Un escritor tiene el derecho de decidir incluso cuál es su grado de complicidad con su público (sean directores, actores o espectadores), porque al final la obra es producto de la expresión de los pensamientos y emociones de ese escritor. ¿Acaso en la vida real todos somos capaces de comunicarnos de forma prístina? Incluso el más avezado cronista mago de las palabras puede ser malinterpretado y la comunicación puede no ser tan perfecta. Es un proceso humano, y por ende, cargado de fallas. Una obra (sea literaria o de cualquier otro tipo) tendrá quien la entienda, quien conecte con ella, con su autor y sus sentimientos, y tendrá quien no lo haga y considere que la obra es, por decir lo menos, lejana a sí. ¿Quieres comunicarte con todo el mundo? Entonces el uso del lenguaje tendrá que tener unas ciertas características, algunas normas, de las cuales puedes deshacerte si tu decisión, en cambio, es la de llegar a entenderte solo con quien esté en tu misma sintonía.
En todo caso, queda claro que un personaje está allí porque DEBE estar, porque la acción lo involucra, o porque él es la acción misma. Un personaje no puede estar en escena sin que le pase nada, sin que reaccione a lo que le rodea o a lo que le ocurre en su propia cabeza. El conflicto que hay a su alrededor o dentro de sí mismo es lo que lo hace avanzar, desarrollarse. Es lo que le da sentido a su propia existencia. Cuando dejan de ocurrirle cosas, ese personaje deja de tener razón de estar.
Pregunta interesante: ¿Qué es lo que hace de un escritor, un buen escritor? ¿Qué hace un buen escritor que lo diferencia de uno mediocre?
Hoy tocó gominolas. De ese sabor indeterminado de las gominolas.
TFM: tomo nota de cuatro posibilidades. Trabajo de creación en tres vertientes: teatro, periodismo o guión audiovisual. Cuarta posibilidad: ¿Cómo se crea? ¿Cómo es el proceso de creación literaria? ¿Cómo se enseña a crear? Mi pasado en el área pedagógica empezó a pegar brincos de emoción cuando escuchó el tema. Toca tomar una decisión y quiero tomarla antes de que termine noviembre, es decir, ya.
Y luego, hablemos de motivos. ¿Y de qué, si no? Hablamos de la pirámide de Maslow, otra vez, por enésima vez...
Pero también hablamos de McClelland... otra vez. Estos dos tíos me siguen acompañando en la vida...
Me gustó relacionar esto con las "big five" de la personalidad y el ejercicio de las fotos estuvo divertido. Me acordé de los ejercicios de escritura que hacía con Naky: una foto - un relato.
Finalmente, hicimos el ejercicio de escribir un relato con nuestra primera memoria. Lástima que no pudimos leerlo, supongo que lo haremos en la próxima sesión.
Quiero hacer la exposición, me toca el 29 de noviembre. He escogido el tema de la importancia de la escritura, pero quiero meterle algo de un tema que me llama mucho la atención: nuevas tecnologías. Creo que puede resultar interesante.
Para cerrar: hoy, repito, estoy agotado. Todavía no me acostumbro a mi ritmo de trabajo, aunado a las actividades del postgrado. Estoy haciendo un esfuerzo de disciplina que es como un reto para mi, que disfruto un montón, pero que me tiene bastante cansado. Habrán notado que me gusta participar en clases, con todo lo que eso pueda implicar: es cierto que la idea es intentar hacer aportes pero también puedo terminar hablando de más o equivocándome y metiendo la pata. Pero siempre he creído que el salón de clases es el lugar para equivocarse, para decir lo que no es y para que te expliquen tu error. Afuera no puedes hacerlo: afuera, los errores pueden salir muy caros. Espero que nadie se moleste por ello.
Nos vemos mañana.
Jogreg is out.
14 de noviembre de 2016
MECUS Día 7 - Conflicto
Regresamos. Fue un fin de semana complicado, tuvimos boda y exposición... y se avecinan días aún más enrevesados por el cortometraje, la feria, eventos, trabajos con niños, etc... por lo que resulta ideal hablar de conflictos.
Hablemos del conflicto entonces. De los deseos contrapuestos, de los obstáculos insalvables - o no. De mayor o menor intensidad. Entre personajes que se odian... o que se quieren, pero que no por ello quieran lo mismo.
Confieso que me sigue costando comprender la diferencia entre los conflictos tal y como los explicó el profesor, incluso con el ejercicio loco de pelear entre nosotros... así que voy echando mano a otros autores, a ver si me aclaro (escojo las que, de algún modo me ayudan a entender de qué va esto, aunque no sea exactamente lo que ha dicho hoy el profesor):
Carlos Canavese (Argentina):Las historias que interesan son las que hablan de conflicto inevitable. En conflicto hay dos lados opuestos. Con dos lados entonces hay tres posibilidades:
El concepto de Gozzi, Polti y Tobias, y todo autor profesional, es que toda literatura seria digna de llamarse literatura tiene algunas pocas corrientes comunes que se pueden categorizar. Y lo sorprendente es cuan pocas categorías hay. La lista mas abreviada es sencillamente 1 "hombre contra naturaleza," 2 "hombre contra hombre," 3 "hombre contra sí mismo."
1. Ninguno tiene razón. 2. Uno tiene razón. 3. Ambos tienen razón. Hay tres tipos de conflictos 1-el conflicto absurdo (ambas partes pueden evitarlo)2-el conflicto necesario (una parte puede evitarlo pero no quiere, por lo que el otro se ve obligado a enfrentarlo),3-el conflicto inevitable, en el que ambos tienen razón de algún modo, al menos en sustancia... nadie es ni bueno ni malo, hay un dilema difícil o casi imposible de resolver.
Centro Cultural Cortazar:
Clasificación de acuerdo a los Tipos
Podemos clasificar a los CONFLICTOS de acuerdo a los obstáculos con los que deba enfrentarse el Personaje, en: Conflicto con el AmbienteEs una dificultad que le plantea al Personaje, el clima, el tiempo, el espacio, los objetos que se encuentran en el espacio, ya sean reales o imaginarios.Conflicto con el PartenerSe produce cuando dos o más Personajes desean la misma cosa, pero solo uno puede obtenerla. O cuando dos o más Personajes tienen que tomar un mismo rumbo y cada uno desea uno diferente.Conflicto con Uno MismoEs un CONFLICTO individual, que se da hacia el interior del Personaje, cuando el mismo, desea dos cosas con igual grado de intesidad y que se excluyen mutuamente - son contradictorias.Generalmente este CONFLICTO, se produce entre el deseo (sus más bajos instintos, su animalidad) y el deber ser en sociedad del Personaje (sus valores, sus creencias, su status y su aceptación de las leyes)Cuando estemos en presencia de un Conflicto con el Ambiente o Conflicto con el Partener los Personajes tendrán que cumplir OBJETIVOS. Cuando estemos en la órbita de un Conflicto con Uno Mismo, lo llamaremos CONTRADICCION, dado que desea cumplir más de un OBJETIVO y estos son contrapuestos.A medida que va creciendo la intensidad del CONFLICTO (ya sea con el Ambiente o con el Partener) todos ellos se transforman en un Conflicto con Uno Mismo, siempre.
Escritora Carolyn Scheidies:Con uno mismo:El conflicto en una historia representa la lucha entre personas opuestas, voluntades o fuerzas. Si bien muchos piensan en el conflicto en términos de lucha contra los incendios u operaciones militares, el conflicto puede ser algo completamente diferente. El conflicto interno significa que un personaje está luchando consigo mismo, de manera tangible o intangible. Por ejemplo, la construcción de los personajes puede tener dos opciones. Una opción podría alinearse con la moral interior de los personajes, sus sentimientos y valores o simplemente con el actual patrón de vida. Los otros personajes podrían ir en otra dirección con nuevas opciones que pueden ser correctas o incorrectas.Sin embargo, cada opción tiene barreras que incluso hacen que las elecciones se vuelvan confusas. ¿Significará la elección de ciertos valores o de la situación actual, la pérdida de una amistad o dañará incluso a otra? El conflicto interno puede incluir también la lucha con ilusiones mentales o enfermedades con las que de alguna manera los personajes se tengan que enfrentar o superar. El conflicto puede involucrar lidiar con sentimientos de inadecuación o intimidación. La película "Una mente maravillosa" es un ejemplo de un conflicto interno consigo mismo.Con otros:El conflicto de personalidades incluye conflictos con otras personas fuera de sí mismo. Un conflicto externo significa que el personaje puede tener que hacer frente a una relación que no siempre va bien. Un personaje femenino puede luchar con la elección entre el hombre que ella realmente ama y otro que en verdad la ama a ella. Un personaje masculino puede luchar con problemas de compromiso en una relación amorosa. Pero el conflicto con los demás es mucho más amplio que las relaciones amorosas. Los líderes políticos y otros líderes pueden luchar por el poder, el prestigio o la riqueza. Cualquier conflicto entre individuos o grupos corresponde a este tipo de conflictos de carácter externo.Con el ambiente externo:Otro tipo de conflicto de carácter externo es el conflicto con el entorno. Esto no se trata únicamente de conflictos por cuestiones acerca del medio ambiente o "verdes". El conflicto con el medio ambiente puede incluir una historia de triunfo de alpinistas hacia el ascenso, a pesar de los problemas, hasta la cima de una montaña o de buzos que luchan por descubrir extraños y nuevos lugares y criaturas bajo el mar. Los conflictos con el medio ambiente o la naturaleza incluyen al joven gentil con un caballo semisalvaje. "My Amigo Flicka" es un ejemplo de un conflicto con el medio ambiente en el entorno de un rancho y un caballo y de un ejemplo de conflicto con otros, en este caso de Ken con su padre.Conflicto espiritual:Otro tipo de conflicto es el conflicto espiritual. Debido a que un conflicto espiritual presupone un ser superior, este tipo no se ajusta con el conflicto con uno mismo. El personaje podría estar en conflicto si siente que su familia o la iglesia cree que debe ser misionero cuando lo que él tiene es una pasión por actuar y cantar. La lucha podría llevarlo a alejarse de sus raíces, a ir en contra de su familia y de la iglesia, sin dejar de abrazar su fe. Se podría encontrar una forma de amalgamar ambas cosas. Podría significar hacer lo que su familia e iglesia desea, pero a costa de resentimiento. En última instancia, se trata de luchas y de conflictos entre el personaje y el lugar que tiene la fe en su vida. "Carros de fuego" es un ejemplo de un conflicto de carácter espiritual.
Como supongo que nadie me hará un examen sobre el tema, vale la pena mirarlo desde otras perspectivas...
Ocurre de nuevo: los clásicos. Es lamentable que a la hora de hablar de ciertos autores u obras que se suponen harto conocidas, no podamos discutir sobre ellas porque en realidad solo conocemos sus nombres y poco más. Pobre Shakespeare (el escritor, no el músico hecho famoso por aquella reina de concursos de belleza venezolana). Hamlet, Romeo, Julieta, Ricardo. Pobres...
Cuanto más fuerte es el deseo, de mayor categoría es el conflicto. En todo caso, todo parece indicar que una buena combinación de personajes complejos, motivados, con deseos intensos y contrapuestos, generan unos conflictos de puta madre, con todo lo que eso implica.
Quedan pendientes un par de lecturas para analizar los conflictos y subtextos que se presentan en ellas...
La confesión del día: el ejercicio de hoy me costó un trabajo enorme. Tengo problemas con los conflictos, no me gusta vivirlos y trato de resolverlos de forma más o menos racional. Cero traumas. Uno de mis retos será trabajar con los conflictos, al menos cuando se trata de sentarme a escribir. Hay que jugar, hay que dejarse llevar por las emociones, las pasiones, dejar que los personajes griten, lloren, se amen con locura, reacciones visceralmente cuando toque. Y que peleen, luchen con todas sus fuerzas, crean ciegamente, y que les duela el conflicto, que sufran.
Y que sufra yo en el intento... es lo que hay.
¡COLACAO, por Dios, qué falta que me hace!
Luego, le entramos al teatro de finales de los 80 y principios de los 90, para caer en Juan Carlos Rubio y Arizona. Primero conversamos sobre la diferencia entre el trabajo de los primeros neorealistas y lo que se está haciendo ahora: creo que en definitiva lo que hay es más pesimismo. No es lo mismo vivir pensando que todo tiempo futuro será mejor, a sentir que tus sueños se van desvaneciendo y parece que no hay camino hacia el progreso. Estos autores hacen teatro crítico con el mundo tal cual es, violento, desesperanzado. E intentan que el teatro muestre la complejidad de ese mundo, "desvelandola", haciendo visible lo invisible. Quieren aportar algo al mundo a través de sus obras, que sirva de algo. Sin ser panfletario o político, es cuestionador.
Empezamos a analizar la obra, cuya temática es las fronteras, las relaciones de pareja y los principios morales. Conversamos sobre el rol de Margaret, que pasa de ser ayudante a oponerse a los planes de George, cuando evita que dispare al niño -en mi humilde opinión, el giro llega un poco demasiado tarde-. Margaret va evolucionando desde el principio, una mujer sumisa que empieza a cuestionar el sistema en el que se sumerge: la vigilancia de la frontera y el diálogo con los del sur para reflexionar sobre su lugar en el mundo. Pero se va enterando de cosas que no le gustan...
Margaret no quiere matar a nadie, mientras que George está dispuesto a todo por defender su frontera y su país. No escucha razones, está fanatizado, enceguecido, obcecado. ¿Qué pasó en el mundo para que exista gente como George? ¿O como Donald Trump, y que además sea capaz de ganar elecciones? Prometo no decir más nada al respecto, porque me he dado cuenta que es una de mis teclas, una de las que me hacen saltar como lo he hecho hoy, casi sin querer, sin medir tono ni consecuencia. Cero política, al menos por ahora, al menos en este contexto.
El análisis de la obra lo terminaremos en la próxima clase, y luego tendremos un par de sesiones de taller de teatro con el autor de esta pieza. A ver qué tal nos va.
Estoy agotado, y mañana toca grabar el proyecto de cortometraje en el que estoy enfrascado. Ya les contaré...
Jogreg is offline
10 de noviembre de 2016
MECUS Día 6 - Albañiles
Hoy sí que fue imposible: no pude llegar a tiempo.
La clase había comenzado y me encontré a la gente tomando apuntes y escribiendo. La idea era empezar a desarrollar los personajes que se fueron configurando en los ejercicios previos, aquellos que creamos junto a nuestros compañeros 10 años después, pidiendo y negando cosas, etc.
Tuvimos que dar respuesta a una lista larguísima de preguntas, con detalles aparentemente excesivos, pero que tienen plena justificación. Si quieres crear un personaje rico y complejo, ¿acaso no tendrías que conocer cada detalle de su vida y su personalidad?
Es verdad, no hice el ejercicio. Durante la primera hora copié las preguntas, pero no las respondí porque el cansancio pudo conmigo. El ejercicio culminó con el desarrollo de una historia: la de nuestro protagonista justo el día previo a lo que sería el inicio de nuestra obra. Con lujo de detalles.
Objetivo a corto plazo: contestar las preguntas con alguno de los personajes que están desarrollándose en mi cabeza.
Café: manchado, cargado, con dos de azúcar. Gracias a Dios, hizo efecto.
Regresamos al salón a Modelos de Conducta. Seguimos con el ejercicio de analizar a varios personajes según sus rasgos generales de personalidad: La Celestina, El Quijote y Jean Baptiste Grenouille. Resulta mucho más complejo de lo que a veces suena, porque hay varios niveles de análisis y a veces no todo es lo que parece.
El ejercicio posterior fue muy interesante: crear una historia con un personaje que cumpliera con rasgos de personalidad asignados por la profesora. Le dimos vida a Felicia, una madre abnegada y detallista que hará lo que sea necesario para que su hogar no sea destruido por la mujercita que quiere casarse con su hijo, que es lo único que le queda en este mundo. Fue muy, muy divertido.
Hoy fue una jornada muy práctica, en la que el proceso de construir personajes fue nuestro eje central.
Esto es to, esto es to, esto es todo, amigos.
9 de noviembre de 2016
MECUS Día 5 - ¡Ay Carmela!
Hoy fue un día raro. Llegué a tiempo y el frío no pudo conmigo, dos peleas de las que hoy he salido victorioso.
Luego, porque tuvimos clase de Periodismo Creativo. No estaba previsto, porque originalmente tendríamos un taller con Sanchis Sinisterra, pero tuvo que cancelarse por problemas de salud de nuestro invitado. La solución fue adelantar nuestro primer encuentro con el periodismo.
El profesor adelantó el contenido del seminario: géneros periodísticos y cómo cambia el uso del lenguaje para cada uno; el nuevo periodismo y las distintas herramientas que lo caracterizan. La intención es que nos decidamos por algún tema y escribamos una buena crónica, o reportaje, o entrevista, que se enmarque dentro de esta forma alternativa de hacer periodismo.
Se generaron además algunas discusiones preliminares sobre temas como la objetividad y la imparcialidad -ideas imposibles-, la verdad periodística, la honestidad y el rol del periodista en la construcción de esa verdad a través de la selección arbitraria de sus palabras.
Habrá que revisar el Nuevo Periodismo de Tom Wolfe, además de leer en lo posible a Riszard Kapuscinski y su Ébano o El Periodista Indeseable de Gunther Wallraff. También se menciona a Albert Chillón y Periodismo y Literatura: una tradición de relaciones promiscuas. A seguir leyendo. Por cierto, no dejé de recordar la Historia de un Secuestro de Gabriel García Márquez o Santa Evita de Tomás Eloy Martínez, dos ejemplos que recuerdo haber visto como inscritos en esta tendencia de periodismo creativo.
Nota al margen: ¿Por qué los periodistas ya no son lo que eran antes? Ese es un tema sobre el que creo que vale la pena reflexionar...
Café. Con dos de azúcar, por favor. Sí, soy gordito. Gracias.
Luego, nuevamente modelos dramáticos, hoy con ¡Ay Carmela! de José Sanchis Sinisterra. Leí la obra, no pude leer alguno de los artículos que la analizan, así que esta vez el proceso fue más complejo. Cuando eso me pasa, casi no escribo, tomo pocos apuntes y me concentro en intentar entender de qué se está hablando...
Entonces, en la obra -que no en la adaptación al cine-, tenemos dos planos narrativos: el del presente con Carmela como fantasma, y el del pasado, que narra la historia de Carmela y Paulino, su captura por parte del ejército franquista, hasta la muerte de Carmela. Queda claro que, en ese sentido, no existe la unidad temporal a la que se refiere Aristóteles, pero que dentro de la narración en el plano del pasado esa unidad sí existe y los hechos se narran cronológicamente -que es la fuente de la adaptación cinematográfica-.
El detonante de la acción es muy sencillo: Carmela y Paulino van a comprar morcillas y se pierden por causa de la neblina, cruzando la frontera y cayendo prisioneros del ejército. Son obligados a actuar para las tropas para poder sobrevivir y en principio Carmela parece dispuesta a ayudar, aunque no le gusta la forma en que son tratados. Cuando se entera de que estará actuando además frente a otros prisioneros que luego serán fusilados, se presenta un punto de giro para Carmela, que decide negarse a hacer el número de burla a la bandera republicana, lo cual, en definitiva, genera el clímax y posterior desenlace de la obra.
El análisis de la obra se hace a la luz de lo desarrollado por Bertolt Brecht en relación a la necesidad de distanciar al espectador de lo que está ocurriendo, es decir, obligarlo a dejar de ser un espectador pasivo que disfruta de una obra, para ser un espectador activo, que interpreta, analiza y juzga lo que ocurre en ella. Recordarle que se trata de una ficción, que lo que ve sobre el escenario no es real y que no tiene por qué sentirlo como tal, de modo que incluso no sienta emociones hacia los personajes. Para ello, Brecht señala que, en definitiva, se trata de despejar a las situaciones y a los personajes de sus características más obvias, más evidentes, y volverlas motivo de asombro y curiosidad, de modo que el espectador se vea obligado a usar una mirada distinta sobre la acción, sacarlo de su actitud normal y pasiva para que tenga que removerse en su asiento, complejizando su proceso de comprensión sobre lo que el autor quiere decirle y evitando o al menos haciendo menos intensa la catársis aristotélica. En el caso de ¡Ay Carmela! se expuso el ejemplo de la escena en la que Carmela describe su estancia en el más allá con el cruce de vías del tren, haciendo referencia a Samuel Beckett y Buscando a Godot, que se inscribe en el teatro del absurdo. Otro ejemplo claro fue el de señalar que la obra NO se desarrolla en Belchite en ese momento específico de la historia, y que de hecho tampoco se trata de la guerra civil española específicamente, para que el espectador no llegue a creer que se trata de una historia verídica, aunque todo el tiempo sienta la necesidad de asumirlo así. También se explicó que, desde el punto de vista de la estructura, el hecho de que el autor nos diga desde el principio que Carmela está muerta hace que el momento de su muerte sea menos impactante, efecto al que sí se le saca partido en la película, cuya adaptación obvia todo el plano narrativo del presente, en el cual Carmela es un fantasma.
Brecht además señala cuáles son las técnicas que el autor puede utilizar para lograr ese distanciamiento o extrañamiento de los espectadores hacia los personajes y acciones. Esas técnicas pueden aplicarse a los diversos elementos que componen la obra teatral.
Pues ya está.
Aprovecho: por esas cosas de la vida, parece que este fin de semana inauguraremos una exposición fotográfica en un local llamado Metáforas, Calle Mata 20, cerca de la Alameda. Les confirmo mañana de qué va el asunto.
Jogreg is out and tired.
Luego, porque tuvimos clase de Periodismo Creativo. No estaba previsto, porque originalmente tendríamos un taller con Sanchis Sinisterra, pero tuvo que cancelarse por problemas de salud de nuestro invitado. La solución fue adelantar nuestro primer encuentro con el periodismo.
El profesor adelantó el contenido del seminario: géneros periodísticos y cómo cambia el uso del lenguaje para cada uno; el nuevo periodismo y las distintas herramientas que lo caracterizan. La intención es que nos decidamos por algún tema y escribamos una buena crónica, o reportaje, o entrevista, que se enmarque dentro de esta forma alternativa de hacer periodismo.
Se generaron además algunas discusiones preliminares sobre temas como la objetividad y la imparcialidad -ideas imposibles-, la verdad periodística, la honestidad y el rol del periodista en la construcción de esa verdad a través de la selección arbitraria de sus palabras.
Habrá que revisar el Nuevo Periodismo de Tom Wolfe, además de leer en lo posible a Riszard Kapuscinski y su Ébano o El Periodista Indeseable de Gunther Wallraff. También se menciona a Albert Chillón y Periodismo y Literatura: una tradición de relaciones promiscuas. A seguir leyendo. Por cierto, no dejé de recordar la Historia de un Secuestro de Gabriel García Márquez o Santa Evita de Tomás Eloy Martínez, dos ejemplos que recuerdo haber visto como inscritos en esta tendencia de periodismo creativo.
Nota al margen: ¿Por qué los periodistas ya no son lo que eran antes? Ese es un tema sobre el que creo que vale la pena reflexionar...
Café. Con dos de azúcar, por favor. Sí, soy gordito. Gracias.
Luego, nuevamente modelos dramáticos, hoy con ¡Ay Carmela! de José Sanchis Sinisterra. Leí la obra, no pude leer alguno de los artículos que la analizan, así que esta vez el proceso fue más complejo. Cuando eso me pasa, casi no escribo, tomo pocos apuntes y me concentro en intentar entender de qué se está hablando...
Entonces, en la obra -que no en la adaptación al cine-, tenemos dos planos narrativos: el del presente con Carmela como fantasma, y el del pasado, que narra la historia de Carmela y Paulino, su captura por parte del ejército franquista, hasta la muerte de Carmela. Queda claro que, en ese sentido, no existe la unidad temporal a la que se refiere Aristóteles, pero que dentro de la narración en el plano del pasado esa unidad sí existe y los hechos se narran cronológicamente -que es la fuente de la adaptación cinematográfica-.
El detonante de la acción es muy sencillo: Carmela y Paulino van a comprar morcillas y se pierden por causa de la neblina, cruzando la frontera y cayendo prisioneros del ejército. Son obligados a actuar para las tropas para poder sobrevivir y en principio Carmela parece dispuesta a ayudar, aunque no le gusta la forma en que son tratados. Cuando se entera de que estará actuando además frente a otros prisioneros que luego serán fusilados, se presenta un punto de giro para Carmela, que decide negarse a hacer el número de burla a la bandera republicana, lo cual, en definitiva, genera el clímax y posterior desenlace de la obra.
El análisis de la obra se hace a la luz de lo desarrollado por Bertolt Brecht en relación a la necesidad de distanciar al espectador de lo que está ocurriendo, es decir, obligarlo a dejar de ser un espectador pasivo que disfruta de una obra, para ser un espectador activo, que interpreta, analiza y juzga lo que ocurre en ella. Recordarle que se trata de una ficción, que lo que ve sobre el escenario no es real y que no tiene por qué sentirlo como tal, de modo que incluso no sienta emociones hacia los personajes. Para ello, Brecht señala que, en definitiva, se trata de despejar a las situaciones y a los personajes de sus características más obvias, más evidentes, y volverlas motivo de asombro y curiosidad, de modo que el espectador se vea obligado a usar una mirada distinta sobre la acción, sacarlo de su actitud normal y pasiva para que tenga que removerse en su asiento, complejizando su proceso de comprensión sobre lo que el autor quiere decirle y evitando o al menos haciendo menos intensa la catársis aristotélica. En el caso de ¡Ay Carmela! se expuso el ejemplo de la escena en la que Carmela describe su estancia en el más allá con el cruce de vías del tren, haciendo referencia a Samuel Beckett y Buscando a Godot, que se inscribe en el teatro del absurdo. Otro ejemplo claro fue el de señalar que la obra NO se desarrolla en Belchite en ese momento específico de la historia, y que de hecho tampoco se trata de la guerra civil española específicamente, para que el espectador no llegue a creer que se trata de una historia verídica, aunque todo el tiempo sienta la necesidad de asumirlo así. También se explicó que, desde el punto de vista de la estructura, el hecho de que el autor nos diga desde el principio que Carmela está muerta hace que el momento de su muerte sea menos impactante, efecto al que sí se le saca partido en la película, cuya adaptación obvia todo el plano narrativo del presente, en el cual Carmela es un fantasma.
Brecht además señala cuáles son las técnicas que el autor puede utilizar para lograr ese distanciamiento o extrañamiento de los espectadores hacia los personajes y acciones. Esas técnicas pueden aplicarse a los diversos elementos que componen la obra teatral.
Pues ya está.
Aprovecho: por esas cosas de la vida, parece que este fin de semana inauguraremos una exposición fotográfica en un local llamado Metáforas, Calle Mata 20, cerca de la Alameda. Les confirmo mañana de qué va el asunto.
Jogreg is out and tired.
About Trump: La lucha sigue.
Dicen que uno de los principales problemas de Barack -que ahora que se va como uno de los presidentes más "carismáticos" de la historia de los EEUU se le puede llamar así- fue su eterna sonrisa. Es verdad, al menos en apariencia, los americanos tendrían muchas cosas que celebrar. Así como en España, según Don Mariano Rajoy, las cosas están mejorando y seguirán por esa ruta. Los indicadores macroeconómicos lo señalan, las encuestas dicen que todo va viento en popa...
Pero la "América oculta", la que no sirve para hacer campaña, se queja. Está descontenta. Sea por diferencias sociales, culturales, educativas, económicas o políticas (o todas las anteriores), hay una América (así como hay una España) que no compra el cuento de hadas. Que no siente que tiene las mismas razones para ser optimista y para brindar nuevas oportunidades a quienes ya han estado en el poder. Oculta, porque tampoco aparece demasiado en los medios, ni necesariamente gana prestigio en redes sociales, pero que todos sabemos que está ahí. En ese grupo, si nos vamos a los extremos, están los llamados "supremacistas blancos", por ejemplo. Pero no hace falta irse demasiado lejos: entre los latinos, sobre todo aquellos que han buscado ganarse su puesto de forma honesta y legítima en EEUU, hay quienes detestan que haya inmigrantes ilegales que se dediquen a negocios también ilegales, causando problemas por donde pisan y generando, sobre todo, una mala imagen de los latinos. Igual pasa con algunos musulmanes, que odian ser confundidos por terroristas...
Es difícil de comprender, pero frente al resentimiento, al odio, al miedo a las diferencias, es muy sencillo proponer ideas que sean como música para los oídos de estos segmentos de población que, de algún modo, desean regresar la historia, evitar el cambio que ha comenzado a producirse frente a sus narices. ¡Matrimonio gay! ¡Leyes migratorias más laxas! ¡Un presidente negro, una mujer presidenta! ¡A quién se le ocurre!
Podemos culpar a la ignorancia. Podemos decir que los americanos que han votado por Trump son idiotas. Podemos incluso decir que Donald Trump y su equipo de campaña ha sido extremadamente hábiles utilizando estas herramientas... Uno cree que la sociedad en la que vive ha avanzado sustancialmente en su capacidad de abstracción sobre sí misma, comprendiendo las razones de su propio desarrollo, hasta que ocurren estas cosas, que por cierto, no aparecen en las encuestas (unas herramientas que hoy más que nunca quedan desvirtuadas gracias al Brexit, a Colombia y ahora a EEUU).
En Venezuela, por ejemplo, creíamos que los venezolanos sabíamos lo que era vivir en democracia y lo valorábamos: independencia de poderes, respeto y protección de los Derechos Humanos Universales, a las libertades civiles, y que nadie que amenazara esta forma de vida podría llegar a conducir el país, hasta que fuimos y votamos por Hugo Chávez. Y comenzó la destrucción de ese modelo, y la gente aplaudía más y más, porque era una forma de venganza, de retaliación contra quien se aprovechó del modelo para enriquecerse, para corromperse y para generar mayor división.
En España es similar, con la diferencia de que ahora mismo ese proceso se desaceleró por momentos gracias al pacto entre el Partido Popular y Ciudadanos, aunado a la abstención del Partido Socialista Obrero Español (que no el catalán), evitando el ascenso de Podemos, repito, al menos por ahora. Ya las encuestas dan a la agrupación de Pablo Iglesias el segundo lugar de preferencias (lo que siempre han querido), para abrogarse el protagonismo de la oposición y, ahora sí, ir contra el PP. Su sueño hecho realidad: no era acabar con el bipartidismo, sino convertirse en el partido que sustituyera al PSOE en esa lucha por el poder, utilizando el mismo esquema: politizar el resentimiento, el odio contra "las élites corruptas".
Hemos aprendido a despreciar a los políticos. La antipolítica anda por ahí siempre, tentándonos. Nos han hecho creer que quienquiera con dos dedos de frente puede ser político, si nos dice lo que queremos escuchar. Pero un político no puede ser una persona cualquiera. Hay quien no cree en que una persona pueda ser político profesional. Pero usted no pondría en manos de cualquiera su salud, o la construcción de su casa... ¿Por qué habría de ser político cualquier persona sin las cualidades necesarias para ello? La capacidad de abstracción y análisis de la realidad es indispensable para quien quiera dedicarse a la política. Y está claro que no todos tienen esa capacidad, ni para ejercer la política ni para discutir sobre política. Era una de las obligaciones de la Atenas asamblearia: para ser ciudadano respetable, debías participar activamente en la vida pública de la ciudad. En nuestro caso, millones y millones de personas que pueden tener tanta idea de política como de física nuclear, toman decisiones sobre quienes serán sus gobernantes. Ese es el sistema que tenemos, mejorable, pero es lo que hay. ¿Y qué se supone que podemos hacer? Si uno de los problemas del sistema es que en él participan personas cuyo razonamiento político deja mucho que desear, entonces una tarea fundamental es la de llevar el debate político más lejos y a mayor profundidad. Las ideas deben ser discutidas con seriedad y darles el lugar que se merecen. Porque lo lamentable es sentir que al final de todo esto, se han tomado decisiones muy relevantes para el mundo, con información escasa, sesgada, poco procesada o falsa.
En EEUU un grupo muy grande -que no se sentía escuchado ni representado- ha decidido detener el cambio. Regresar a sus orígenes, porque la América donde cabe un presidente negro o una presidente mujer no es SU América. Se han resistido a seguir por ese camino aspirando con nostalgia a que les regresen el honor de ser los que han hecho crecer realmente al país. Es una imagen deprimente para quienes creemos que eran cambios importantes y necesarios, por lo que -muy a pesar de mi decisión de salir de mi país-, lo que realmente queda es seguir luchando.
Para quienes han creído en la defensa de los derechos de las minorías, la lucha sigue. Para quienes apuestan por un mundo más diverso, plural, respetuoso de las diferencias, la lucha sigue. Para quienes creemos en el amor, en la paz, la lucha sigue. Para quienes insistimos en que la educación es la respuesta, la lucha sigue.
Para quienes creemos que este no es el fin del mundo -aunque lo parezca, aunque el futuro luzca poco promisorio-, la lucha sigue.
8 de noviembre de 2016
MECUS Día 4 - Por qué
Frío. A Sevilla ha llegado el frío. Ya sé que no estoy en Siberia, que no tengo por qué quejarme. Incluso hay zonas en España donde ya ha comenzado a nevar. Aquí estamos en unos muy agradables 15 - 18 grados centígrados. Pero se siente como si fuera un congelador. La moto no ayuda para nada, así que tengo que sacar las chaquetas para poder ir al postgrado sin tener luego que recuperar la circulación en las manos. Había olvidado que mis manos se enfrían primero que cualquier otra parte de mi cuerpo y es muy desagradable.
Comenzamos justo a tiempo otra sesión de nuestro taller de teatro. Comentamos un poco lo que vivimos en el ejercicio de ayer, las diferencias con nuestro primer acercamiento, y repetimos la experiencia con un nuevo grado de complejidad. Han pasado 10 años. Seguimos imaginando y viviendo la historia de nuestro compañero -mi amiga del alma Raquel ;) -, pero ahora cambiamos roles: ella (es decir, yo), tendría que pedirme algo a mi (es decir, a Raquel). Esa solicitud tendría que ser sobre un asunto de importancia para Jogreg, al punto de insistir en ella aunque Raquel se negara. Y esa negativa tendría que tener también muy buenas razones para mantenerse.
Estamos, señores, frente a un conflicto de pleno derecho. Jogreg quiere algo, ella se lo niega, ambos tienen razones suficientes para insistir y no dan su brazo a torcer. La discusión es cada vez más compleja, afloran emociones, y si sigues el juego, puedes llegar a decir cosas que dispararían una crisis. Drama.
Confieso que me encanta la dinámica pedagógica del profesor. Es una forma de hacernos comprender los conceptos mientras, literalmente, los vivimos. Todo el aspecto lúdico de esta experiencia pedagógica está construida e imbricada de forma muy interesante con los contenidos conceptuales que la sustentan. Eso me gusta.
Entonces: no es una conversación cualquiera. Es un diálogo, una construcción dramática con un objetivo, una direccionalidad, una razón de ser que mueve la acción. Los personajes SIEMPRE quieren algo. A veces ni siquiera saben bien lo que quieren porque no lo han racionalizado, pero ese deseo está ahí. Y nuestro trabajo es develar ese deseo, desarrollarlo, escudriñar en él, explotarlo, sufrirlo. Porque al final, la gente luego justifica sus deseos de forma racional, pero primero están los deseos más profundos trabajando para que te muevas. El deseo es el generador de la acción y mientras más intenso es, más haremos para verlo realidad... y será mucho más terrible que alguien se interponga en tu objetivo.
Ese alguien es tu antagonista, la persona que te niega la posibilidad de ver tu deseo hecho realidad. Tú quieres algo y él te dice "no, por aquí no es". Y mientras mayor es el obstáculo, más se intensifica el deseo... y más profundo el dolor por no alcanzarlo.
¿Dónde está el reto? En dar respuestas al por qué. ¿Por qué el protagonista quiere cambiar algo? ¿Por qué el antagonista se lo niega? Mientras más ricas sean estas respuestas, más interesante podría ser la acción que se genere de este conflicto. Pueden ser desde las razones más "racionales" hasta las más "pasionales", esos son los motivos de la acción dramática. Esas razones pueden ser muy obvias, o por el contrario, ser tan profundas que se encuentran en el subtexto, subyacen al deseo principal, en lo que el personaje no dice e incluso oculta intencionadamente. La obra hace visible lo invisible...
Nota al margen: William Layton -> Por qué: el trampolín del actor
Así terminó la primera hora. Voy conociendo a más compañeros y enterándome de sus intereses. Por ahí recomendé About Time (Aquí se llamó Una cuestión de tiempo), una de mis películas favoritas de los últimos años. La mejor combinación de viajes en el tiempo con comedia romántica...
Luego entramos en clases de Modelos Dramáticos. Analizamos La Estanquera de Vallecas, de José Luis Alonso de Santos. Primera tarea: cumplida. Leí la obra y alguno de los artículos que la analizan, con lo cual lo explicado por la profesora me resultó más sencillo de comprender y asimilar. Revisamos el realismo aristotélico, contenido en su Poética, para poder analizar la obra representativa del teatro de la generación del 82.
Este realismo aristotélico señala que la obra está estructurada en forma de planteamiento-nudo-desenlace. Además, el conflicto está siempre presente (pueden ser conflictos internos, externos o situacionales). Existen unidades de acción, tiempo y espacio y los personajes se presentan y construyen como resultado de la acción. Finalmente, hablamos de la catársis aristotélica, entendida como la emoción que se genera en el espectador cuando, al identificarse con el personaje, siente compasión por él, por lo que le ocurre, e incluso horror por la situación que enfrenta. Esta emoción permite que de algún modo el espectador comprenda el mensaje e incluso se sienta mejor consigo mismo al ser capaz de sentir empatía, es decir, termina sintiéndose mejor persona al aceptar el mensaje y el punto de vista que ofrece la obra del tema que ha desarrollado.
Este realismo parte de la imitatio, o imitación de la realidad: hay una búsqueda permanente de verosimilitud, es decir que lo ocurrido en el escenario se parece mucho a la realidad. Cada personaje comienza con un objetivo en la situación dada, y se genera el conflicto cuando ese objetivo se ve obstaculizado, negado. Cuando el personaje comprende que será imposible alcanzar su objetivo inicial, cambia de objetivo, en lo que se llama un punto de giro dramático, y estos giros le dan dinamismo a los personajes y a la obra en general.
Lo que me queda claro, más allá de estas herramientas que permiten mirar las obras con cierta capacidad de disección, es que cada una de las personas que asume esta labor trae consigo también sus propias experiencias, sus paradigmas, por lo que en un momento determinado interpreta el texto de una forma o de otra. Por eso los directores terminan imponiendo sus propias miradas sobre las obras. Por eso los actores también aportan sus propias miradas a los personajes. Por eso es tan difícil definir con claridad por qué este personaje hace esto o lo otro, o cuáles son los conflictos centrales y los conflictos secundarios. Requiere no solo de una capacidad importante de abstracción frente a lo que lees y el uso adecuado de estas herramientas de análisis, sino una capacidad argumentativa y descriptiva muy amplia, que permita que nuestros razonamientos también puedan ser asimilados por nosotros mismos y por otros que comparten este proceso.
¿Será que me da tiempo de ver la película de La Estanquera de Vallecas aunque Maribel Verdú no esté tan bien en el papel de Ángeles?
Pendiente: buscar el libro de Alonso dos Santos que aun no he tenido tiempo de mirar. Y si se puede, el de La escena sin límites de Sanchis Sinisterra, para al menos echarles un ojo.
We will be back.
Jogreg
Comenzamos justo a tiempo otra sesión de nuestro taller de teatro. Comentamos un poco lo que vivimos en el ejercicio de ayer, las diferencias con nuestro primer acercamiento, y repetimos la experiencia con un nuevo grado de complejidad. Han pasado 10 años. Seguimos imaginando y viviendo la historia de nuestro compañero -mi amiga del alma Raquel ;) -, pero ahora cambiamos roles: ella (es decir, yo), tendría que pedirme algo a mi (es decir, a Raquel). Esa solicitud tendría que ser sobre un asunto de importancia para Jogreg, al punto de insistir en ella aunque Raquel se negara. Y esa negativa tendría que tener también muy buenas razones para mantenerse.
Estamos, señores, frente a un conflicto de pleno derecho. Jogreg quiere algo, ella se lo niega, ambos tienen razones suficientes para insistir y no dan su brazo a torcer. La discusión es cada vez más compleja, afloran emociones, y si sigues el juego, puedes llegar a decir cosas que dispararían una crisis. Drama.
Confieso que me encanta la dinámica pedagógica del profesor. Es una forma de hacernos comprender los conceptos mientras, literalmente, los vivimos. Todo el aspecto lúdico de esta experiencia pedagógica está construida e imbricada de forma muy interesante con los contenidos conceptuales que la sustentan. Eso me gusta.
Entonces: no es una conversación cualquiera. Es un diálogo, una construcción dramática con un objetivo, una direccionalidad, una razón de ser que mueve la acción. Los personajes SIEMPRE quieren algo. A veces ni siquiera saben bien lo que quieren porque no lo han racionalizado, pero ese deseo está ahí. Y nuestro trabajo es develar ese deseo, desarrollarlo, escudriñar en él, explotarlo, sufrirlo. Porque al final, la gente luego justifica sus deseos de forma racional, pero primero están los deseos más profundos trabajando para que te muevas. El deseo es el generador de la acción y mientras más intenso es, más haremos para verlo realidad... y será mucho más terrible que alguien se interponga en tu objetivo.
Ese alguien es tu antagonista, la persona que te niega la posibilidad de ver tu deseo hecho realidad. Tú quieres algo y él te dice "no, por aquí no es". Y mientras mayor es el obstáculo, más se intensifica el deseo... y más profundo el dolor por no alcanzarlo.
¿Dónde está el reto? En dar respuestas al por qué. ¿Por qué el protagonista quiere cambiar algo? ¿Por qué el antagonista se lo niega? Mientras más ricas sean estas respuestas, más interesante podría ser la acción que se genere de este conflicto. Pueden ser desde las razones más "racionales" hasta las más "pasionales", esos son los motivos de la acción dramática. Esas razones pueden ser muy obvias, o por el contrario, ser tan profundas que se encuentran en el subtexto, subyacen al deseo principal, en lo que el personaje no dice e incluso oculta intencionadamente. La obra hace visible lo invisible...
Nota al margen: William Layton -> Por qué: el trampolín del actor
Así terminó la primera hora. Voy conociendo a más compañeros y enterándome de sus intereses. Por ahí recomendé About Time (Aquí se llamó Una cuestión de tiempo), una de mis películas favoritas de los últimos años. La mejor combinación de viajes en el tiempo con comedia romántica...
Luego entramos en clases de Modelos Dramáticos. Analizamos La Estanquera de Vallecas, de José Luis Alonso de Santos. Primera tarea: cumplida. Leí la obra y alguno de los artículos que la analizan, con lo cual lo explicado por la profesora me resultó más sencillo de comprender y asimilar. Revisamos el realismo aristotélico, contenido en su Poética, para poder analizar la obra representativa del teatro de la generación del 82.
Este realismo aristotélico señala que la obra está estructurada en forma de planteamiento-nudo-desenlace. Además, el conflicto está siempre presente (pueden ser conflictos internos, externos o situacionales). Existen unidades de acción, tiempo y espacio y los personajes se presentan y construyen como resultado de la acción. Finalmente, hablamos de la catársis aristotélica, entendida como la emoción que se genera en el espectador cuando, al identificarse con el personaje, siente compasión por él, por lo que le ocurre, e incluso horror por la situación que enfrenta. Esta emoción permite que de algún modo el espectador comprenda el mensaje e incluso se sienta mejor consigo mismo al ser capaz de sentir empatía, es decir, termina sintiéndose mejor persona al aceptar el mensaje y el punto de vista que ofrece la obra del tema que ha desarrollado.
Este realismo parte de la imitatio, o imitación de la realidad: hay una búsqueda permanente de verosimilitud, es decir que lo ocurrido en el escenario se parece mucho a la realidad. Cada personaje comienza con un objetivo en la situación dada, y se genera el conflicto cuando ese objetivo se ve obstaculizado, negado. Cuando el personaje comprende que será imposible alcanzar su objetivo inicial, cambia de objetivo, en lo que se llama un punto de giro dramático, y estos giros le dan dinamismo a los personajes y a la obra en general.
Lo que me queda claro, más allá de estas herramientas que permiten mirar las obras con cierta capacidad de disección, es que cada una de las personas que asume esta labor trae consigo también sus propias experiencias, sus paradigmas, por lo que en un momento determinado interpreta el texto de una forma o de otra. Por eso los directores terminan imponiendo sus propias miradas sobre las obras. Por eso los actores también aportan sus propias miradas a los personajes. Por eso es tan difícil definir con claridad por qué este personaje hace esto o lo otro, o cuáles son los conflictos centrales y los conflictos secundarios. Requiere no solo de una capacidad importante de abstracción frente a lo que lees y el uso adecuado de estas herramientas de análisis, sino una capacidad argumentativa y descriptiva muy amplia, que permita que nuestros razonamientos también puedan ser asimilados por nosotros mismos y por otros que comparten este proceso.
¿Será que me da tiempo de ver la película de La Estanquera de Vallecas aunque Maribel Verdú no esté tan bien en el papel de Ángeles?
Pendiente: buscar el libro de Alonso dos Santos que aun no he tenido tiempo de mirar. Y si se puede, el de La escena sin límites de Sanchis Sinisterra, para al menos echarles un ojo.
We will be back.
Jogreg
7 de noviembre de 2016
MECUS Día 3 - Lo invisible
Hoy llegué a tiempo. Fui el último en llegar, pero la clase aun no comenzaba, así que llegué a tiempo. La primera sesión la dedicamos al Taller de Dramaturgia. Estuvimos conversando sobre la experiencia de la clase anterior y el aprendizaje relacionado con la dinámica de conocernos. Ponerse en el lugar del otro: esa fue la conclusión de lo que es, en definitiva, el teatro. Ser el otro, imaginarlo, conocerlo, comprenderlo, lo cual requiere de una de las habilidades básicas de la comunicación humana: escuchar. Es lamentable que escuchemos tan poco. Estamos siempre pendientes de nosotros mismos, de lo que diremos, de lo que haremos, y aun peor, de lo que pensarán de nosotros. Perdemos tanto tiempo en lo que queremos que piensen los demás de nosotros mismos que nos olvidamos de lo nutritivo y valioso que resultan los aportes que otros hacen a nuestras vidas. Pero además, es una importante reflexión sobre lo que ocurre realmente sobre el escenario: se trata de una o más vidas que no solo están allí diciendo cosas, sino que también escuchan lo que ocurre a su alrededor y reaccionan a ello tal y como son, personas complejas, con motivaciones y sentimientos, con contradicciones. Acting is reacting, se ha dicho alguna vez... Y el teatro lo que busca es mostrar eso que casi siempre está oculto, lo invisible, eso que subyace a nuestra acción, que la impulsa. Expone ese complejo entramado de relaciones con nosotros mismos y con el otro, proponiendo un proceso de reflexión sobre nuestras vidas reflejadas en ese personaje. Hurgar, a veces con dolor, en lo que muchas veces negamos reconocer en nosotros mismos pero que el teatro te planta en las narices.
Luego, tocó la segunda sesión de Modelos de Conducta. Nos enteramos que la profesora se inscribe en la escuela de la Psicología Socio-Cultural y recordé que esa materia la vi con Marta Colomina (¿qué será de su vida, por cierto?). Nos explicó cuáles son los fundamentos de este modelo y cómo esto se relaciona con la construcción de personajes. Interesante además el tema de la construcción del pensamiento a través del lenguaje: por lo que entendí, el pensamiento se va desarrollando en la medida en que los niños van aprendiendo y complejizando su relación con el lenguaje, y por ende, con su proceso de socialización (familia, escuela, etc.), de modo que el pensamiento abstracto llega ya prácticamente en la adolescencia. Pero durante mucho tiempo, los niños usan el lenguaje casi sin entenderlo, y así como los adultos tienen una vocecita interna que traduce sus pensamientos en palabras, los niños no tienen esa voz hasta por lo menos los 6 o 7 años. Realmente interesante.
Finalmente, nos tocó hablar sobre lo que es la personalidad y sus rasgos fundamentales. Hablamos de los "high-five" de la personalidad: el neuroticismo, la extraversión, la apertura a nuevas experiencias, la afabilidad y la conciencia (o responsabilidad, o si eres concienzudo o menos...). Luego de explicar cada una de ellas, el ejercicio propuesto fue intentar aplicar de forma más o menos intuitiva un análisis a diversos personajes conocidos de forma universal. La profesora propuso imaginar qué tan neurótico, extrovertido o afable es El Quijote, el Dr. Watson de Sherlock, Jean-Baptiste Grenouille de El Perfume, o La Celestina. Confieso que, aunque la he oído nombrar, no tengo idea de lo que va la Celestina. Pero ¿por qué lo confieso tan alegremente? Porque aparentemente, en el salón nadie lo sabía. Prometo investigar, porque por algo la consideraron para este ejercicio.
En todo caso, nos quedó claro que cada autor tiene su proceso para construir un personaje: desde la acción, para que el personaje cumpla con su función en la historia; o desde sí mismo, para que el personaje construya su propia historia. Hay quien sufre más, otros sufren menos, unos son más pragmáticos y racionales, otros más dramáticos y pasionales... mientras el personaje y la historia logre recrear la vida, cualquier ruta es válida.
Tarea: Buscar el libro "La escritura dramática" de José Luis Alonso de Santos. Por la ojeada que le he dado, creo que estructura su modelo de un modo relativamente comprensible para mi. Reconozco que me ayudan los esquemas mentales que desmenuzan paso a paso procesos como este, y por lo que pude ver, Alonso de Santos me podría ser útil.
Otra: no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy. Quiero comenzar a tomar nota de lo que puedo ir utilizando para lo que serán los trabajos que debo entregar en cada seminario. Por ejemplo, el análisis de un personaje para Modelos de Conducta.
Jogreg is out.
Luego, tocó la segunda sesión de Modelos de Conducta. Nos enteramos que la profesora se inscribe en la escuela de la Psicología Socio-Cultural y recordé que esa materia la vi con Marta Colomina (¿qué será de su vida, por cierto?). Nos explicó cuáles son los fundamentos de este modelo y cómo esto se relaciona con la construcción de personajes. Interesante además el tema de la construcción del pensamiento a través del lenguaje: por lo que entendí, el pensamiento se va desarrollando en la medida en que los niños van aprendiendo y complejizando su relación con el lenguaje, y por ende, con su proceso de socialización (familia, escuela, etc.), de modo que el pensamiento abstracto llega ya prácticamente en la adolescencia. Pero durante mucho tiempo, los niños usan el lenguaje casi sin entenderlo, y así como los adultos tienen una vocecita interna que traduce sus pensamientos en palabras, los niños no tienen esa voz hasta por lo menos los 6 o 7 años. Realmente interesante.
Finalmente, nos tocó hablar sobre lo que es la personalidad y sus rasgos fundamentales. Hablamos de los "high-five" de la personalidad: el neuroticismo, la extraversión, la apertura a nuevas experiencias, la afabilidad y la conciencia (o responsabilidad, o si eres concienzudo o menos...). Luego de explicar cada una de ellas, el ejercicio propuesto fue intentar aplicar de forma más o menos intuitiva un análisis a diversos personajes conocidos de forma universal. La profesora propuso imaginar qué tan neurótico, extrovertido o afable es El Quijote, el Dr. Watson de Sherlock, Jean-Baptiste Grenouille de El Perfume, o La Celestina. Confieso que, aunque la he oído nombrar, no tengo idea de lo que va la Celestina. Pero ¿por qué lo confieso tan alegremente? Porque aparentemente, en el salón nadie lo sabía. Prometo investigar, porque por algo la consideraron para este ejercicio.
En todo caso, nos quedó claro que cada autor tiene su proceso para construir un personaje: desde la acción, para que el personaje cumpla con su función en la historia; o desde sí mismo, para que el personaje construya su propia historia. Hay quien sufre más, otros sufren menos, unos son más pragmáticos y racionales, otros más dramáticos y pasionales... mientras el personaje y la historia logre recrear la vida, cualquier ruta es válida.
Tarea: Buscar el libro "La escritura dramática" de José Luis Alonso de Santos. Por la ojeada que le he dado, creo que estructura su modelo de un modo relativamente comprensible para mi. Reconozco que me ayudan los esquemas mentales que desmenuzan paso a paso procesos como este, y por lo que pude ver, Alonso de Santos me podría ser útil.
Otra: no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy. Quiero comenzar a tomar nota de lo que puedo ir utilizando para lo que serán los trabajos que debo entregar en cada seminario. Por ejemplo, el análisis de un personaje para Modelos de Conducta.
Jogreg is out.
3 de noviembre de 2016
MECUS - Día 2: Tarde, pero seguro
Sí, llegué tarde. Espero que no se convierta en una rutina, pero salí de casa justo a la hora en que debía estar en la universidad. Sirvió para calcular bien los tiempos: en la moto, llego en 15 minutos.
Menos mal que el profesor apenas había tenido tiempo para presentarse. Seminario de Escritura Dramática, se llama, cuando en realidad estaremos otra vez hablando de Teatro. Nos han explicado que, en este caso, tendremos que escribir acatando las normas, mientras que en el de Modelos Dramáticos podremos romperlas. En definitiva, que también tendremos que escribir, que a eso vinimos. A crear.
El profesor tuvo a bien dedicarle el rato a que socialicemos como Dios manda. Conocí a Raquel, una chica recién egresada de Periodismo y que aún busca su rumbo en la vida, lo cual es genial. Simpática, divertida, abierta, expresiva, me resultó muy agradable conocerla. El ejercicio ya lo había hecho alguna vez: luego de conocerse, hablar frente al resto del grupo de lo que has conocido de tu compañera. Así que me tocó hablar de Raquel. Pero el ejercicio tenía además una condición novedosa para mi: Tenías que contar una mentira, incorporarla al relato. Luego, el resto del grupo tendría que adivinar cuál era esa mentira. Aunque el resultado del ejercicio fue menos entusiasta de lo que podría esperarse -creo que algo de timidez hubo-, me pareció una vuelta de tuerca que vale la pena aplicar cuando toca ser facilitador.
El profesor incorporó a la presentación alguna pregunta sobre autores favoritos, lecturas y aficiones. Cuando tocó mi turno, tuve que mencionar que adoro a Matilde Asensi. Luego me pidieron un dramaturgo y de nuevo regresé a los orígenes. Acto Cultural, José Ignacio Cabrujas. Teatro UCAB otra vez. Y sobre todo mi pana Leo y su grandioso Cosme. Y Venezuela, por supuesto. La vida me premia con recuerdos que atesoro y me da la oportunidad de usar esas vivencias, de traerlas al presente y reafirmar su valor.
La segunda vuelta de tuerca vino luego. Al terminar las presentaciones, el profesor pidió de nuevo que nos reuniéramos con nuestra pareja, esta vez para crear una conversación con estas dos premisas: han pasado 10 años. En esos 10 años nos hicimos muy amigos, pero luego dejamos de vernos, la vida nos separó. Y ahora volvemos a reencontrarnos. ¿Qué pasó en esos 10 años? Y segundo: Ocuparemos ahora el lugar de nuestro compañero, es decir, actuaremos imaginando que somos el otro, y que le estamos contando a ese amigo todo lo que nos ha pasado mientras no nos vimos. El resultado fue muy estimulante y, a la vez, hizo que entre Raquel y yo surgiera de inmediato una confianza enorme con una rapidez inusitada. Me encantó.
Fin de la clase. Aproveché de acercarme a varios compañeros para hablar acerca de rasgos comunes que permitieran estrechar algunos lazos. Elena, que es cantautora, o Álvaro, uno de los tres o cuatro actores que hay en sala. También hay quien ha hecho vídeos, así como muchos periodistas. O Rosa, la chica que se parece un montón a mi amiga Esperanza... Ya tendré oportunidad de irlos conociendo, pero en general, el grupo me pareció muy interesante. Por cierto: hay 4 compañeras colombianas, una brasileña, una ecuatoriana, una mexicana y una francesa. Todos vinieron a Sevilla a hacer el postgrado, yo soy el único inmigrante que tiene ya algún tiempo viviendo acá.
Segunda clase: Modelos de Conducta Humana, es decir, Psicología para la construcción de personajes. En pocas palabras: salí entusiasmado, mucho, de esa clase. La profesora es una mujer encantadora, interesante, capaz de promover el debate, dirigirlo de forma delicada pero decidida. Las preguntas ya eran provocadoras de entrada: ¿Hace falta saber de psicología para crear un personaje? ¿Qué hace que un personaje sea interesante, memorable? ¿Cómo es el proceso de construcción? Suena la campana, se abren las compuertas y comienza la avalancha de ideas. Debo decir que quedé muy contento con los aportes de mis compañeros, con sus posturas razonadas, justificadas. Fue como estar un ratito en el paraíso. Lástima que se acabó tan pronto.
Se acabó, con un reto para esta materia: el trabajo final es crear un personaje y analizarlo, justificarlo con las herramientas que estudiaremos durante el seminario. ¡Me encanta!
Fin del día 2. Toca empezar a leer. La meta: leer ¡Ay Carmela! de Sanchis Sinisterra y La Estanquera de Vallecas, de Alonso de Santos, pensando cómo estas obras se ajustan -o rompen, según sea el caso- a las características de la realidad aristotélica. Aun no sé exactamente cuál será mi rutina de trabajo, pero ya les iré contando. ¡A leer!
Menos mal que el profesor apenas había tenido tiempo para presentarse. Seminario de Escritura Dramática, se llama, cuando en realidad estaremos otra vez hablando de Teatro. Nos han explicado que, en este caso, tendremos que escribir acatando las normas, mientras que en el de Modelos Dramáticos podremos romperlas. En definitiva, que también tendremos que escribir, que a eso vinimos. A crear.
El profesor tuvo a bien dedicarle el rato a que socialicemos como Dios manda. Conocí a Raquel, una chica recién egresada de Periodismo y que aún busca su rumbo en la vida, lo cual es genial. Simpática, divertida, abierta, expresiva, me resultó muy agradable conocerla. El ejercicio ya lo había hecho alguna vez: luego de conocerse, hablar frente al resto del grupo de lo que has conocido de tu compañera. Así que me tocó hablar de Raquel. Pero el ejercicio tenía además una condición novedosa para mi: Tenías que contar una mentira, incorporarla al relato. Luego, el resto del grupo tendría que adivinar cuál era esa mentira. Aunque el resultado del ejercicio fue menos entusiasta de lo que podría esperarse -creo que algo de timidez hubo-, me pareció una vuelta de tuerca que vale la pena aplicar cuando toca ser facilitador.
El profesor incorporó a la presentación alguna pregunta sobre autores favoritos, lecturas y aficiones. Cuando tocó mi turno, tuve que mencionar que adoro a Matilde Asensi. Luego me pidieron un dramaturgo y de nuevo regresé a los orígenes. Acto Cultural, José Ignacio Cabrujas. Teatro UCAB otra vez. Y sobre todo mi pana Leo y su grandioso Cosme. Y Venezuela, por supuesto. La vida me premia con recuerdos que atesoro y me da la oportunidad de usar esas vivencias, de traerlas al presente y reafirmar su valor.
La segunda vuelta de tuerca vino luego. Al terminar las presentaciones, el profesor pidió de nuevo que nos reuniéramos con nuestra pareja, esta vez para crear una conversación con estas dos premisas: han pasado 10 años. En esos 10 años nos hicimos muy amigos, pero luego dejamos de vernos, la vida nos separó. Y ahora volvemos a reencontrarnos. ¿Qué pasó en esos 10 años? Y segundo: Ocuparemos ahora el lugar de nuestro compañero, es decir, actuaremos imaginando que somos el otro, y que le estamos contando a ese amigo todo lo que nos ha pasado mientras no nos vimos. El resultado fue muy estimulante y, a la vez, hizo que entre Raquel y yo surgiera de inmediato una confianza enorme con una rapidez inusitada. Me encantó.
Fin de la clase. Aproveché de acercarme a varios compañeros para hablar acerca de rasgos comunes que permitieran estrechar algunos lazos. Elena, que es cantautora, o Álvaro, uno de los tres o cuatro actores que hay en sala. También hay quien ha hecho vídeos, así como muchos periodistas. O Rosa, la chica que se parece un montón a mi amiga Esperanza... Ya tendré oportunidad de irlos conociendo, pero en general, el grupo me pareció muy interesante. Por cierto: hay 4 compañeras colombianas, una brasileña, una ecuatoriana, una mexicana y una francesa. Todos vinieron a Sevilla a hacer el postgrado, yo soy el único inmigrante que tiene ya algún tiempo viviendo acá.
Segunda clase: Modelos de Conducta Humana, es decir, Psicología para la construcción de personajes. En pocas palabras: salí entusiasmado, mucho, de esa clase. La profesora es una mujer encantadora, interesante, capaz de promover el debate, dirigirlo de forma delicada pero decidida. Las preguntas ya eran provocadoras de entrada: ¿Hace falta saber de psicología para crear un personaje? ¿Qué hace que un personaje sea interesante, memorable? ¿Cómo es el proceso de construcción? Suena la campana, se abren las compuertas y comienza la avalancha de ideas. Debo decir que quedé muy contento con los aportes de mis compañeros, con sus posturas razonadas, justificadas. Fue como estar un ratito en el paraíso. Lástima que se acabó tan pronto.
Se acabó, con un reto para esta materia: el trabajo final es crear un personaje y analizarlo, justificarlo con las herramientas que estudiaremos durante el seminario. ¡Me encanta!
Fin del día 2. Toca empezar a leer. La meta: leer ¡Ay Carmela! de Sanchis Sinisterra y La Estanquera de Vallecas, de Alonso de Santos, pensando cómo estas obras se ajustan -o rompen, según sea el caso- a las características de la realidad aristotélica. Aun no sé exactamente cuál será mi rutina de trabajo, pero ya les iré contando. ¡A leer!
2 de noviembre de 2016
MECUS, Día 1: Perdido.
Perdido. Así me encontraba hoy cuando llegué a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla para dar inicio a este proceso llamado Master en Escritura Creativa.
Salón de Juntas, planta baja de la facultad. Llego 5 minutos antes y ya el 90% del aula estaba ocupada por quienes serán mis compañeros de travesía. Muchos jóvenes. Me siento viejo y un poco incómodo. Asustado y perdido, pero dispuesto a enfrentar la experiencia con más experiencia.
Entran los profesores y comienzan por explicar detalles del postgrado, así como lo que debe ser el Trabajo Final de Maestría (TFM), que desde ya me entero que tengo hasta diciembre de 2017 para entregarlo, pero puede estar listo en junio. Nota mental: Entregar en Junio. No me puedo dar el lujo de esperar. Verano suele estar repleto de trabajo con las bodas, así que no puedo mezclar una cosa con la otra. Tendremos reuniones con los profesores-tutores potenciales, de modo de comenzar a darle forma al tema del trabajo y su posible desarrollo.
Pocas preguntas. Todo muy procedimental, pragmático, frío. Cambiamos de salón.
Salón de Grado. Nos presentan a quien está a cargo de la lección inaugural. Para la ocasión, han invitado a Vicente Luis Mora. No tengo idea de quién es, asunto que me alarma cuando me doy cuenta de que varios de mi compañeros no sólo lo conocen, sino que han leído algo de su obra, o siguen sus blogs, o saben de alguna de sus posturas sobre temas de interés. Y yo, perdido.
Dijo cosas muy interesantes sobre este mundo de la literatura al que me acerco cada vez con más humildad e incluso miedo. Me quedo con una de ellas, que parafraseo para hacer mía: Siempre existirá la duda acerca de si lo haces bien o mal, y debes aprender a vivir con esa duda que te carcome, porque estar consciente de todo lo que te falta por saber te permitirá aprender todos los días.
¿Y qué hay que hacer para aprender? Lo que hacen todos, en todas las áreas de conocimiento, de una u otra forma: ganar experiencia. Y en la literatura, la experiencia se vive de dos formas: leyendo (pero leyendo de verdad, todos los días, con profundidad, con ganas) y escribiendo (también todos los días, con pasión, con ganas). Todos rieron cuando Mora señaló que un buen crítico de literatura debería haber leído unos 6 o 7 mil libros. Recordaba cuando le decía a mis alumnos en la UCAB que, en realidad, ellos no estudian porque no llegan a leerse 50 libros en 5 años. La propuesta de Mora: 200 libros al año durante 15 años, para acercarse medianamente a la meta. Y para más inri, la charla de este escritor/crítico no dejaba lugar a dudas: este hombre lee, y mucho. ¡Claro, a eso se dedica, de eso vive!
Entonces: biblioteca. Una de las conclusiones del día: ¿dónde me queda la biblioteca más cercana a casa? ¡Tengo que leer, leer, leer, y eso me encanta! Pero necesito una biblioteca cerca en mi vida, tener acceso a los libros y dedicarles el tiempo que sea necesario.
Conclusión dos: ¿Quieres ser o hacer alguien en la vida? ¡Disciplina! O te arreglas en la vida, o te arreglas en la vida. No queda de otra. Será todo un reto.
Por cierto, nota para la casa: La idea de los ejercicios de estilo me gusta. No los conocía. Tendré que hacer alguno durante la maestría y eso me entusiasma. ¿Qué son? Se trata de escribir algo tratando de copiar el estilo de otro escritor, sus pautas, sus normas, sus estructuras. Copiarlo para entenderlo. ¡Me estalló la cabeza en pedacitos!
Luego, nuestra primera clase de verdad: Modelos Dramáticos.
Más perdido aún: muchos de mis compañeros habían leído el programa, conocían ya la bibliografía, ya saben de qué va la cosa. Y yo, ni idea. Recuerdo haber visto una película con una escena similar, pero el resultado era que el profesor mandaba al perdido a su casa: ¡Legalmente rubia! (En España, Una Rubia muy Legal) ¡Oh, por Dios, soy Reese Whiterspoon en su mejor versión de la rubia tonta que va a la universidad a reconquistar a su novio! Les juro que me vi tal cual, vestido de conejita de Playboy comprando una laptop para ponerme al día y demostrar que quiero cumplir cabalmente con mis obligaciones de alumno.
Comenzamos a hablar de los modelos dramáticos en cuestión: resulta que estudiaremos las tendencias del teatro español contemporáneo, de los 70 a esta parte. Leeremos obras, las analizaremos, e incluso el trabajo final de la materia puede ser escribir una obra que responda a los modelos estudiados, incluyendo una memoria de lo escrito, es decir, una explicación de las razones por las que mi obra en efecto podría circunscribirse al modelo en cuestión. Y yo, en éxtasis absoluto, escuchando la historia que antecede al fenómeno, oyendo hablar de Franco, de la guerra fría, de la censura, de los movimientos teatrales independientes de la época, del teatro universitario... ¡BUM! ¡Virgina Aponte! ¡Dios mío, la profesora es idéntica a Virginia, quien fuera mi profesora de Teatro en la universidad! Y fue volver al sótano de módulo 4 de la UCAB, a José Rafael, a Iakere y los Espíritus, a Vórtice, Andreína, Markel, Anabelle... ¡Y yo estudiando teatro otra vez!
Termina la clase. Saldo: mucha tarea pendiente, de la que no hice para venir a esta clase, de la que ahora tengo para el lunes, y la que me toca para las clases de mañana. No conocí a ninguno de mis compañeros, por lo que toca comenzar a socializar. Toca disciplinarse, organizarse, porque hay que hacerlo bien. Ese es el objetivo.
No me vuelve a pasar. ¡Perdido, no más!
Salón de Juntas, planta baja de la facultad. Llego 5 minutos antes y ya el 90% del aula estaba ocupada por quienes serán mis compañeros de travesía. Muchos jóvenes. Me siento viejo y un poco incómodo. Asustado y perdido, pero dispuesto a enfrentar la experiencia con más experiencia.
Entran los profesores y comienzan por explicar detalles del postgrado, así como lo que debe ser el Trabajo Final de Maestría (TFM), que desde ya me entero que tengo hasta diciembre de 2017 para entregarlo, pero puede estar listo en junio. Nota mental: Entregar en Junio. No me puedo dar el lujo de esperar. Verano suele estar repleto de trabajo con las bodas, así que no puedo mezclar una cosa con la otra. Tendremos reuniones con los profesores-tutores potenciales, de modo de comenzar a darle forma al tema del trabajo y su posible desarrollo.
Pocas preguntas. Todo muy procedimental, pragmático, frío. Cambiamos de salón.
Salón de Grado. Nos presentan a quien está a cargo de la lección inaugural. Para la ocasión, han invitado a Vicente Luis Mora. No tengo idea de quién es, asunto que me alarma cuando me doy cuenta de que varios de mi compañeros no sólo lo conocen, sino que han leído algo de su obra, o siguen sus blogs, o saben de alguna de sus posturas sobre temas de interés. Y yo, perdido.
Dijo cosas muy interesantes sobre este mundo de la literatura al que me acerco cada vez con más humildad e incluso miedo. Me quedo con una de ellas, que parafraseo para hacer mía: Siempre existirá la duda acerca de si lo haces bien o mal, y debes aprender a vivir con esa duda que te carcome, porque estar consciente de todo lo que te falta por saber te permitirá aprender todos los días.
¿Y qué hay que hacer para aprender? Lo que hacen todos, en todas las áreas de conocimiento, de una u otra forma: ganar experiencia. Y en la literatura, la experiencia se vive de dos formas: leyendo (pero leyendo de verdad, todos los días, con profundidad, con ganas) y escribiendo (también todos los días, con pasión, con ganas). Todos rieron cuando Mora señaló que un buen crítico de literatura debería haber leído unos 6 o 7 mil libros. Recordaba cuando le decía a mis alumnos en la UCAB que, en realidad, ellos no estudian porque no llegan a leerse 50 libros en 5 años. La propuesta de Mora: 200 libros al año durante 15 años, para acercarse medianamente a la meta. Y para más inri, la charla de este escritor/crítico no dejaba lugar a dudas: este hombre lee, y mucho. ¡Claro, a eso se dedica, de eso vive!
Entonces: biblioteca. Una de las conclusiones del día: ¿dónde me queda la biblioteca más cercana a casa? ¡Tengo que leer, leer, leer, y eso me encanta! Pero necesito una biblioteca cerca en mi vida, tener acceso a los libros y dedicarles el tiempo que sea necesario.
Conclusión dos: ¿Quieres ser o hacer alguien en la vida? ¡Disciplina! O te arreglas en la vida, o te arreglas en la vida. No queda de otra. Será todo un reto.
Por cierto, nota para la casa: La idea de los ejercicios de estilo me gusta. No los conocía. Tendré que hacer alguno durante la maestría y eso me entusiasma. ¿Qué son? Se trata de escribir algo tratando de copiar el estilo de otro escritor, sus pautas, sus normas, sus estructuras. Copiarlo para entenderlo. ¡Me estalló la cabeza en pedacitos!
Luego, nuestra primera clase de verdad: Modelos Dramáticos.
Más perdido aún: muchos de mis compañeros habían leído el programa, conocían ya la bibliografía, ya saben de qué va la cosa. Y yo, ni idea. Recuerdo haber visto una película con una escena similar, pero el resultado era que el profesor mandaba al perdido a su casa: ¡Legalmente rubia! (En España, Una Rubia muy Legal) ¡Oh, por Dios, soy Reese Whiterspoon en su mejor versión de la rubia tonta que va a la universidad a reconquistar a su novio! Les juro que me vi tal cual, vestido de conejita de Playboy comprando una laptop para ponerme al día y demostrar que quiero cumplir cabalmente con mis obligaciones de alumno.
Comenzamos a hablar de los modelos dramáticos en cuestión: resulta que estudiaremos las tendencias del teatro español contemporáneo, de los 70 a esta parte. Leeremos obras, las analizaremos, e incluso el trabajo final de la materia puede ser escribir una obra que responda a los modelos estudiados, incluyendo una memoria de lo escrito, es decir, una explicación de las razones por las que mi obra en efecto podría circunscribirse al modelo en cuestión. Y yo, en éxtasis absoluto, escuchando la historia que antecede al fenómeno, oyendo hablar de Franco, de la guerra fría, de la censura, de los movimientos teatrales independientes de la época, del teatro universitario... ¡BUM! ¡Virgina Aponte! ¡Dios mío, la profesora es idéntica a Virginia, quien fuera mi profesora de Teatro en la universidad! Y fue volver al sótano de módulo 4 de la UCAB, a José Rafael, a Iakere y los Espíritus, a Vórtice, Andreína, Markel, Anabelle... ¡Y yo estudiando teatro otra vez!
Termina la clase. Saldo: mucha tarea pendiente, de la que no hice para venir a esta clase, de la que ahora tengo para el lunes, y la que me toca para las clases de mañana. No conocí a ninguno de mis compañeros, por lo que toca comenzar a socializar. Toca disciplinarse, organizarse, porque hay que hacerlo bien. Ese es el objetivo.
No me vuelve a pasar. ¡Perdido, no más!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)