- ¿Me quieres explicar qué carajo estas haciendo? ¿Qué significa esta vaina?
- Amor...
- ¡Amor una mierda! ¡No me vengas con amores a estas alturas, depravado!
- Pero espera...
- No puedo creer esto.
- No es lo que tu crees...
- ¿Ah, no? ¿Y qué es lo que se supone que es, entonces?
- Bueno, es que...
- No, amorcito, ni se te ocurra inventar nada, porque no lo aguantaría. ¡Esto no tiene ningún tipo de explicación, así que ni pienses en decir nada!
- ¿Pero me vas a escuchar?
- ¡No, si yo más bien lo que quiero es irme y no escucharte más nunca! ¡Salir corriendo y tratar de borrarme de la memoria la imagen que acabo de ver! ¡Te voy a cobrar hasta el psicoanalista que me ayude a superar esta vaina que me echaste!
- ¡Cálmate, por favor!
- ¿Que me calme? ¿Te volviste loco? A ver, contéstame esto: ¿Desde cuándo, si se puede saber, te masturbas frente a la computadora viendo otros hombres desnudos en la pantalla? No, no, mejor no me digas. No hace falta joderme más la vida imaginandote quien sabe cuanto tiempo en esta maravilla oculta de tu sexualidad. ¡Marico! Resulta ahora que mi marido me salió marico. ¡Qué arrecho!
- Marico no...
- ¿Ah, no eres marico? ¿Entonces como es que le llaman a esto ahora? ¿Alternativo? Ah, no... verdad que los maricos son pelabolas, y como tu eres profesional, y trabajas, y tienes carro, no eres marico sino gay, ¿no?
- ¿Me vas a dejar hablar?
- No, no te voy a dejar hablar. No vas a hablar con más nadie. No le vas a explicar esto a nadie. Esto simplemente se acabó, ¿me expliqué? Por adulterio. Por diferencias irreconciliables. ¡Por lo que sea, menos por el hecho de que seas marico! ¡De esto no se entera nadie! ¿De acuerdo?
Ella y él habían tomado una ducha, se perfumaron y se sirvieron un par de copas que les permitieran desinhibirse un poco. Habían descubierto que con algo de alcohol, las sensaciones se multiplicaban, los hacía volar a lugares recónditos. Ahora, no hay límites.
En ese momento, sonó el timbre de la puerta.
- Abro yo, corazón.
En la puerta, un hombre muy atractivo vestido de manera casual, con una botella de vino blanco en la mano, esperaba.
- Justo a tiempo.
- Espero que les guste el vino.
Él entró y le dio a ella un beso en la mejilla. Ella cerró la puerta y vio como el adonis de trasero bien marcado se acercaba a su marido con mirada lujuriosa. Sintió calor; no sabía si era por el trago o por la escena que pronto daría comienzo.
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Como al sistema no le da la gana de dejarme montar una foto, les voy a dejar el link de un cuadro de Yoshiro Tachibana, japonés (obvio), llamado "Viaje al corazón"
10 comentarios:
no entendi el final...
Pues a mi me dan algo de pena ambos en la primera parte cuando el hombre descubre su sexualidad y la mujer la siento como insulto hacia su relación. En la segunda parte ya no me dan nada de pena dado que sospecho que han llegado a un acuerdo o a un pacto sexual.
Muy bien escrito el diálogo y el final "abierto".
Saludos.
¡Bravo Jo! ¡posibilidades que llaman!
Un abrazo grandote,
Has tratado con recurrencia ese tema de el manejo de la homosexualidad o bisexualidad por parte de personas casadas o comprometidas. Creo que, además de excelentes relatos, el tema se presta para debates enjundiosos e interesantes. ¿Te has planteado escribir sobre el escenario opuesto? Es decir, imagínate una persona que vive en pareja con alguien de su mismo sexo y de repente descubre atracción o se involucra en un affaire con alguien del sexo opuesto... creo que eso daría una historia buenísima en tu teclado!
Recuerda, querido amigo, que todos somos un prisma, con multitud de caras..., cada una de ellas, es la verdadera.
Saldivia te lanzó un buen tema.
Todo lo mejor para ti.
PS: Todos somos sexuales..., el prefijo lo pone la gente a su conveniencia. Eso decía un ente en la Católica. Rosemary le conoce.
Muy buen relato...y el final? inimaginable jeje me sorprendió lo rápido que cambió ella de opinión, creo que consiguió un filón y goza de su recién descubierta afición de voyeur
Saludos
Las fantasías corresponden a la intimidad, cuando se dicen o las descubre otro, el otro debe comprender que estas hacen parte de un nosotros, pero no necesariamente se hacen realidad.
El error de aquel hombre fue que lo hubieran descubierto, su silencio es normal…, las fantasías sin importar su tipo son solo eso, y el que estén en el silencio no significan engaño.
Yo le hubiera dicho a la que me descubrió:
“Esta es una faceta que apenas si conozco de mi, no me culpes, porque ni yo lo controlo, ven, dame un beso y disfrutemos juntos de la fantasía….”
jejejeje
Bueno…
Creo sin embrago, que cuando una fantasía se hace realidad se corre el riesgo de lastimar, y de caer en una pesadilla…, dejarse llevar enteramente por la excitación es sucumbir a lo trivial, y qué después?, qué pasará cuando despierten de la resaca….
Interesante, la historia que llevas, sigue, sigue por favor, que hay un no se que, que motiva…
Chao.
Richard: bueno, entre otras cosas, la elipsis y el cambio de situación es tan drástica que puede haber confusión...
Goathemala: bueno, no sé si lo que me generan es pena... diría que más bien algo de rabia.
Naky: Quizás todos tengamos que explorar posibilidades alguna vez en la vida...
Jose: en efecto, buena parte de la temática "ficcionada" es esa porque es un debate permanente entre nosotros (lo sabes mejor que yo). Acá prefiero plasmarlos con personajes, no con opiniones. Y respecto a la otra situación, pues imagino que debe ser igual de interesante... Al final, se trata del mismo mono con diferente cachimbo.
Silma: pos sí, ¡qué rollo con esta manía de nosotros los humanos de andar etiquetando!
Loco: ¿Solo voyeur? Yo me la imaginé participando...
Rafico: Si logras decir algo como eso, serías un tipo valiente... Ojalá consigas a una mujer que comprenda cosas como esa. Para mi, honestamente, las fantasías están para cumplirlas. Luego, se toma la decisión de seguir o de darse por satisfecho...
Gracias a todos nuevamente por sus comentarios y sus palabras llenas de aprecio hacia lo que aquí publico. Me llena enormemente contarlos como mis asiduos...
Eso me hace recordar un viejo chiste: Si a su mujer le molesta que se tire pedos, se rasque las bolas y solo vea el canal de deportes. Si está harto de que no pare de chillar y todo le parezca mal, entonces usted tiene la gran oportunidad de su vida.
¡Cómprele un amante! Déjelo para que se entretenga y usted podrá disfrutar de sus largas horas de futbol. El amante, no molesta, no deja la ropa suelta y se va al terminar el juego. Si paga a contrarrembolso deberá pagar un extra por el envío.
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