8 de febrero de 2013

Basura


He estado tratando de conocer y contactar a muchas personas desde que llegué acá. Tengo que reconocer que Sevilla sigue siendo una ciudad de gente muy amable, amistosa e incluso dicharachera, de un carácter ligero (aunque ya me comentaron que debo conocer a la gente de Cadiz... que el humor de allá no tiene igual). Pero en todas las personas que he contactado he notado dos preocupaciones: lamentan que este sea un momento crítico para su país, por un lado, y a consecuencia de ello, una de las manifestaciones visibles de esta crisis en la ciudad ha sido una huelga de los recolectores de basura que tiene a la ciudad en un estado impresentable. Una huelga que recién termina y que duró 11 días, dejando en las calles cerca de siete mil toneladas de basura.

Ayer fui por primera vez al centro de Sevilla. Aún no terminaba la huelga y pude ver lo que esto significaba. Contenedores repletos, rebosantes de desechos. Los ciudadanos no podían hacer otra cosa que dejar sus bolsas y cajas fuera de los contenedores, al borde de la acera. El fuerte viento aprovechaba de esparcir cualquier resto mal colocado, por lo que sobre las caminerías y calles podías encontrar papeles volando a su antojo.

Y pensé: Debe ser que en Caracas todo el tiempo estamos de huelga.

Mañana ya la ciudad estará limpia de nuevo. En Caracas, sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde.


La foto no es mía, es del ABC de Sevilla. Mi instinto periodístico anda de huelga también y no tomé fotos a los contenedores.

Saludos.

1 comentario:

Sex Shop dijo...

Muy buenooooo!!!!!!!