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24 de noviembre de 2008

Chávez no ha perdido nada... por ahora.

El hecho de que la oposición haya ganado cinco gobernaciones y la Alcaldía Mayor no significa que el chavismo haya perdido algo. De hecho, se puede decir que solo fue una dura pelea, de la que salió bien parado, al menos en el corto y mediano plazo. En principio, la prueba que significaba agrupar a toda la tolda bajo la figura del PSUV ha sido superada con creces, más allá de los problemas puntuales presentados en algunos estados y donde, sin embargo, el chavismo puro y duro se ha impuesto.

Chávez debe sentirse satisfecho del resultado, incluso lo ha manejado hasta ahora con cierta tranquilidad, a pesar de que perdió Caracas –que no es la joya de la corona, a pesar de todo: es muy facil hacer un mal gobierno en Caracas y salir con las tablas en la cabeza; ¿no se han fijado que los candidatos opositores salen de otro lado, que no de la capital?-; perdió Zulia y Nueva Esparta por un margen considerable y Táchira y Carabobo no las asalta por un pelo de rana calva.

Entonces, Chavez no ha perdido nada... por ahora.

El total de sus votos, sobre los 5,4 millones, le recuerdan cuál es su base de apoyo popular: de 50% a 60% de la población que ha aparecido siempre en las encuestas como adicta al presidente y su gobierno. Son los que creen que este sistema efectivamente les va a dar un país mejor y les va a resolver los problemas. O en todo caso, los que piensan que, aunque Chávez y su gestión no sean tan efectivos, siempre será mejor que “regresar al pasado”.

Jorge Rodríguez hacía notar la diferencia entre estos votos del 23N y los alcanzados el 2D y pienso que él mismo no se engaña aunque diga lo contrario: la población chavista no creció 30% ni 40% en un año: la diferencia demuestra simplemente que la reforma constitucional no fue “comprada” por buena parte de esa base favorable al presidente, que prefirió no votar antes de darle el voto a los “oposicionistas”. Siguen siendo los mismos 5 millones y tanto (no diez, como la campaña de aquella vez, han sido tantas que ya no me acuerdo, en la cual lo anunciaban con las dos manitas blancas), solo que para el 2D la gente prefirió no acompañar al presidente en su afán por reformar la mejor constitución del mundo. Pero ¿qué tenía la reforma que a la gente no le gustó? ¿Lo de la reelección? De ser así, entonces cualquier intento del presidente-comandante por instituir la reelección indefinida volverá a caer en saco roto, más ahora cuando cualquiera de esas estratagemas estaría francamente reñida con la ley, aunque se diga que el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea Nacional y la Corte Celestial están de su lado.

Así, a largo plazo, no queda más que concluir que, a pesar de su mayoría, Chávez podría haber ratificado este 23N que su tiempo se está agotando; con un serio problema esta vez: sus caballos de batalla fueron derrotados en elecciones regionales. ¿Serán capaces de ganar terreno en los próximos años como funcionarios de gobierno para posicionarse como los hijos dilectos del primer mandatario y futuros candidatos presidenciales?

#23N Mi resumen de la jornada (II)

Y como estas elecciones dieron para tanto, algunas cosas se quedaron entre pecho y espalda como para no decirlas:

1. ¿Servía o no servía la unidad?: En el caso de las gobernaciones en las que la oposición iba dividida, solo una presentaba oportunidad real de victoria: Bolívar. Andrés Velázquez le lanzó su duro regaño a Julio Borges por no haberlo apoyado a tiempo.

2. Aunque Moisés Figuera me diga que Stalin González fue un fenómeno, creo que le pasó igual que a Manuel Rosales queriendo ganarle a Chávez: la gente votó por la opción que tenía. Pero no fue suficiente. A Stalin le falta carisma y eso no lo niega nadie. Buen esfuerzo, pero que no piense que todos esos votos son de él.

3. Si el PSUV obtuvo más de 5 millones y tanto de votos y la oposición llegó a 4 millones y algo... entonces, en efecto, se puede interpretar que la Reforma Constitucional no la querían ni los propios chavistas. Los resultados en el caso de la oposición no varían demasiado, pero ganar más de un millón de votos en un año solo puede querer decir una cosa: que los adictos (que no adeptos) al presidente Chávez no vieron en su propuesta de reforma una línea política que apoyar. Algo tenía o algo le faltaba y por eso no salieron a votar el 2D, pero queda ratificado que los oficialistas siguen siendo más o menos los mismos.

4. Punto aparte merece el tema de las leyes electorales, su incumplimiento y la penalidad que eso implica. La laxitud de la norma y la carencia de fuertes sanciones hacen que no sea necesario el cumplimiento de normas como la de no hacer campaña política durante la elección. ¿Acaso el nuevo alcalde de Caracas no merece algo más que una reprimenda por salir a votar con una gorra roja del PSUV?

5. ¿Qué significa realmente el Plan República? ¿Para qué sirve? Algunos insisten en dejar el proceso en manos exclusivamente de los civiles, pero ¿seremos capaces de hacer cumplir la ley sin que medien las armas para que los ciudadanos recapaciten sobre actitudes erroneas? Si con el Plan República se presentaron múltiples incidentes violatorios de la ley, como motorizados aterrorizando a los electores, grupos haciendo campaña, consumo de alcohol, además de los problemas comunes registrados dentro de los centros de votación, es posible sacar en conclusión que el PR no sirve realmente a sus propósitos. Pero ¿es que acaso los ciudadanos nos dan garantía de resguardo? Con la mano en el corazón, creo que tampoco. No confiamos ni en nuestra sombra...

Seguramente quedan cosas por decir. Si las recuerdo, se las escribo.

#23N: Estas son mis cuentas...


Como a mi también me gustan las matemáticas, me puse a sacar unas cuentas con los resultados publicados por el CNE luego de las elecciones de ayer. Quise sumar los votos del oficialismo y los de la oposición, sacando del juego a los llamados disidentes o otros candidatos que pudieran afectar la votación. Me di cuenta de algo que creo que hay que tomar en consideración:

1. Escenario 1: Si sumas los votos de Ledezma e Isturiz, no puedes sumar los votos de Miranda completos, tienes que sacar los de las alcaldías de El Hatillo, Sucre, Chacao y Baruta para no duplicarlos.

2. Escenario 2: Si sumas los votos de Miranda, no puedes sumar los votos de las mismas cuatro alcaldías, sino solamente los votos de la Alcaldía de Libertador.

Si eso les quedó claro, los resultados fueron así:


Escenario 1:

Oficialismo: 5.407.837 votos.

Oposición: 4.096.568 votos.


Escenario 2:

Oficialismo: 5.422.064 votos

Oposición: 4.088.741 votos


En ambos casos, las disidencias considerables quedaron así:

Disidencia Chavista: 268.192 votos.

Disidencia Opositora: 82.923 votos.


Esto es el resultado si lo vivido ayer hubiese sido Chavez-AntiChavez. Si lo llevamos a proporción sumando las disidencias tendríamos Chavez 57,6% - Oposición 42,3%.

Comiencen a sacar conclusiones...